El barrio de A Ponte fue el escenario este mes de una oleada de robos y hurtos en bares y tiendas. Distintos bares del barrio y otros dos comercios fueron las zonas en las que un joven entró a robar la caja. Además, el jueves ocurrió otro hurto en el Gadis de la calle San Paio.
En el primer establecimiento aprovechó que la persiana tenía una apertura para colarse por debajo y entrar. Una trabajadora escuchó ruidos y salió. Al verla, el presunto autor del robo huyó para intentarlo en otro lugar. Se dirigió entonces a una cafetería de la rúa Río Arnoia, donde forzó la persiana y entró con decisión. No vio a nadie, así que se dirigió a la caja y cogió varios billetes. En ese momento, una camarera salió y le pidió que dejase el dinero en su sitio, pero el hombre comenzó a caminar hacia ella, quien fue retrocediendo al mismo tiempo y salió corriendo. Él salió tras ella.
No era la primera vez que ocurría algo así. El 19 de mayo, el gerente de un bar del mismo barrio alertaba a la Policía Nacional porque un joven de 22 años había entrado en su local. Forzó la persiana y una ventana causando varios daños y se llevó 600 euros. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional inició sus investigaciones tras recibir las grabaciones de las cámaras de seguridad del bar. Un mes y una semana más tarde -este martes-, lo encontraron en la calle. Lo detuvieron y fue puesto a disposición judicial.
"Es por la droga"
Los hosteleros y vecinos del barrio de A Ponte achacan la autoría de los robos e intentos a la proliferación del consumo de drogas en el barrio.
Algunos hosteleros señalan que “no es un caso aislado y estamos hartos”. Apuntan a que una casa abandonada cercana al puente del Milenio se convirtió en los últimos meses en un “narcopiso” y que los bares de alrededor se han visto violentados por los consumidores de estupefacientes: “No puedes ni dejar el teléfono en barra tranquilamente porque entran a robar de forma constante. La Policía Local lo sabe, pero pasa de todo. También se meten con las personas mayores y la situación es preocupante”, señala. Además, indica que con la llegada de la Intermodal se nota más la presencia de otros consumidores procedentes de otras ciudades.
Lo mismo opina Olga Giráldez, presidenta de la asociación de vecinos de Ponte Canedo, a quien le constan los robos y lamenta que “la Policía ni está ni se le espera”. Explica que en el barrio el tráfico de drogas funciona con normalidad y que “aunque si llamas a la Policía Nacional suelen acudir, hay muy poca vigilancia en las calles. Se puede hacer de todo”, declara.
Entra a robar pero solo se lleva un desodorante
El barrio de A Ponte no es el único que se vio afectado por los robos. En el Casco Vello, un hombre entró en el bar Fontefría cuando sus empleados estaban abriendo. Esperó a que no estuviesen presentes y entró con la persiana medio bajada. Consiguió coger la mochila de uno de ellos y escapó. El afectado dice que no presentó denuncia porque solo llevaba una camiseta y un desodorante.
