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Veintiséis concellos ourensanos encaran el último año de mandato sin nuevo presupuesto

SANDIAS, OURENSE 29/1/2018, Pleno del concello para aprobar los presupuestos, foto Gonzalo Belay
photo_camera Pleno en el que debatieron en Sandiás los presupuestos de 2018, finalmente aprobados.

Solo en cinco de los ayuntamientos influye la situación política, ya que en el resto los gobiernos cuentan con mayoría absoluta

Aunque la Ley de Bases de Régimen Local deja claro que la aprobación definitiva del presupuesto municipal por parte del pleno de las corporaciones debe realizarse antes del 31 de diciembre, pocos son los municipios que lo siguen a rajatabla, pero la situación se prolonga meses o incluso años en muchos ayuntamientos. En el actual ejercicio, apenas hubo 23 entidades locales que aprobaron, al menos inicialmente, sus cuentas antes del inicio de año.

Por el contrario, a día de hoy, son 26 los concellos ourensanos que encaran el último año de mandato (los ciudadanos volverán a enfrentarse a unas elecciones locales en mayo de 2019) sin un presupuesto actualizado a 2018, un escenario que limita la capacidad de maniobra al no poder ejecutarse nuevas inversiones sin acudir a modificaciones de crédito, al prorrogarse únicamente las partidas de gasto corriente y de personal para hacer frente a obligaciones comprometidas como concesiones o servicios públicos que se deben prestar obligatoriamente.

La lista de concellos la componen Baños de Molgas, Beariz, Os Blancos, Carballiño, Castro Caldelas, Celanova, Chandrexa de Queixa, Cortegada, Gomesende, Laza, Lobios, Maceda, Melón, Muíños, Nogueira de Ramuín, Ourense, Padrenda, Pereiro de Aguiar, Piñor, A Rúa, Rubiá, Sarreaus, Trasmiras, Verín, Vilar de Barrio y Vilardevós.


Escenarios


Cinco son los casos más llamativos entre los concellos que trabajan con sus cuentas prorrogadas, ya que no han sido capaces de aprobar un presupuesto desde hace varios años. Se trata de Celanova (2012), Ourense y Melón (2014), Castro Caldelas (2015) y Vilardevós (2016). El resto de municipios que están en la lista, que también dilataron varios meses la aprobación en 2017, terminaron actualizándolos.

En el caso de la ciudad de As Burgas, su situación no resiste comparación en ningún otro punto de España, al ser la capital de provincia con las cuentas más antiguas, ya que las restantes han ido consiguiendo aprobar un presupuesto al menos un ejercicio entre 2015 y 2018.

Llama la atención también que en la gran mayoría de municipios que no han dado luz verde a las cuentas del actual ejercicio no tiene influencia la fragmentación de las corporaciones, ya que en solo cinco de los 26 casos hay gobiernos en minoría. Se trata de Baños de Molgas, Carballiño, Ourense, Piñor (el PP se quedó sin el apoyo de otro partido) y Maceda (el PP acaba de perder un edil que se pasa al grupo mixto). De estos , únicamente Ourense no sacó adelante las cuentas el año pasado, ya que Baños de Molgas los aprobó tras vincularlos el alcalde del BNG, Xaime Iglesias, a una cuestión de confianza, y Carballiño, con el PSOE atrayendo a AV-Son-En Marea, una alianza que este año parece mucho más complicada.

El no tener una mayoría estable no es sinónimo de fracaso, como han demostrado por ejemplo concellos como Barbadás, cuyo bipartito en minoría ha ido consiguiendo los apoyos necesarios cada año para sacar adelante sus cuentas.

Otros alcaldes, como los de Ribadavia o Sandiás, tuvieron que optar por su parte por someterse a una cuestión de confianza para conseguir aprobar las cuentas.


Desbloqueos


Los últimos meses han servido también para que algunos concellos pusiesen fin a varios años sin dar luz verde a un presupuesto. Por ejemplo, Trives validaba sus cuentas de 2018 a principios de abril ocho años después de las últimas, mientras que Maceda lo conseguía en el último trimestre del año pasado tras operar con unas cuentas prorrogadas que fueron aprobadas en 2009.


Ourense, la única urbe gallega que sigue en blanco


Hasta la semana que se acaba de cerrar, Ourense y Ferrol compartían el dudoso honor entre las siete ciudades gallegas de no haber aprobado un solo presupuesto en este mandato, pero la ciudad departamental rompió esa racha después de una fugaz negociación del gobierno de Ferrol en Común con PSOE y BNG, que con sus apoyos permitieron al alcalde, Jorge Suárez, utilizar su  voto de calidad para desbloquear la votación.

Mientras, Ourense espera por el informe del interventor a las enmiendas presentadas por PSOE y OUenC para poder trasladar a comisión de pleno el expediente, que parece abocado al fracaso al reiterar los tres grupos de la oposición que votarán en contra.

La única salida para Jesús Vázquez sería la cuestión de confianza, pero esta debe realizarse antes del 24 de mayo, por lo que el tiempo apremia.

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