INMIGRACIÓN

Los venezolanos de Ourense, preocupados por la parálisis en los trámites

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photo_camera José Reza, Wilmarys Hernández, Virgilio Morello y Gineska Ramos, asesores de la oficina.

Casi 400 han pasado por la oficina que los asesora en Ourense, aunque el bloqueo les pasa factura

"Llevo un año esperando la renovación del pasaporte". Con estas palabras se lamenta Virgilio Morello, uno de los venezolanos residentes en la ciudad y que asesora a las decenas de personas de este país que llegan cada mes a Ourense. Él no tiene problemas ya que tiene también nacionalidad italiana y, así, sortea los problemas legales.

Sin embargo, el bloqueo de los pasados meses entre los gobiernos venezolano y español complica los trámites de la colonia de este país en Ourense, que se ve abocada a esperar por ayudas de distintas entidades o de la posibilidad de buscar trabajo.

La oficina de atención al venezolano de Ourense nota una parálisis total. "Sin pasaporte venezolano, los que están acá no puede iniciar ningún trámite", apunta José Reza Sousa,

La colonia venezolana encabeza los datos de inmigración en la provincia, y según los datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística (INE ) a 1 de enero de 2018, son ya la principal colonia después de los portugueses.


Solicitudes


En la oficina de ayuda al venezolano situada en la ciudad, alcanzaron esta semana las 375 solicitudes de asesoramiento, cuando a principios de año apenas sobrepasaban las 200. Una media de tres personas recién llegadas acuden a pedir información, según informan desde el local.

El problema con el papeleo es lo que más preocupa en estos momentos. El retraso en entregar pasaportes es el principal. "Los venezolanos a los que les está caducando el pasaporte no pudieron renovarlo y en algunos casos se quedan como si fuera apátridas", explica José Reza Sousa, uno de los miembros de la oficina. Además, recuerda Morello, "antes costaba 80 euros hacerlo y lo han subido a 200".

"Si tes vas a Venezuela a hacer el pasaporte no puedes regresar, y si te quedas aquí puedes quedarte apátrida", lamentan

"Están muchos trámites paralizados, desde licencias de conducir a todo tipo de trámites consulares. Esperemos que se restablezca cuanto antes", indica Morello.

De momento, saludan el deshielo entre los gobiernos español y venezolano y espera que eso favorezca a la concesión de asilo político que muchos han solicitado. "De momento solo se lo han concedido a uno en Ourense, y hay otros a la espera, y algunos que han denegado", explica Reza.


Doble problema


El problema es doble, como explica Wilmarys Hernández, abogada en la ciudad y asesora jurídica de sus compatriotas: "Si te vas a Venezuela, no hacen el pasaporte y no puedes salir; y el que se queda aquí se queda sin documento venezolano y no puede acceder al español". 


"Nos hemos convertido en una especie de oficina de empleo"


El goteo de venezolanos de origen o emigrantes retornados ha disparado la actividad de la oficina de atención al venezolano, situada en las galerías Proyflem de Ourense. "Nos hemos convertido en una especie de oficina de empleo", bromea José Reza. De hecho, destacan que muchos llegan con ganas de montar negocios "y vienen acá para buscar compatriotas para contratar", indica. 

Los principales sectores en los que se están colocando son en hostelería, hogar y mecánica, y también en el sector de la contabilidad. "Un hijo de gallegos llegó un domingo con 26 euros en el bolsillo. A la semana ya tenía DNI y ahora ejerce ya de contable", relata Reza, que destaca que la inserción laboral está siendo, pese a los problemas, "muy alta".

En líneas generales, consideran que el objetivo se ha cumplido "plenamente", tras más de medio año en funcionamiento. En Ourense, hay personas, como Wilmarys Hernández y su marido, que han encontrado el éxito que no tuvieron en Vigo. "Allá éramos teleoperadores, y aquí él, que es ingeniero químico, ha encontrado un buen empleo", resalta. 

 Por último, saludan el anuncio de la Xunta de Galicia para facilitar el retorno de 22.000 hijos de gallegos menores de 45 años. Se señalan como capaces de poner freno al languidecimiento del rural ourensano. "Van a volver muchos. Acá puedas hacer una vida, allá con la pensión compras 400 gramos de carne". 

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