La venta de coches cierra un año negro y desciende un 24%

Promoción de vehículos celebrada el pasado noviembre.
photo_camera Promoción de vehículos celebrada el pasado noviembre.
La bajada en el mercado ourensano fue menor que la media española, que cayó un 32%

Se esperaba que el año 2020 fuese malo para la venta de automóviles y no hubo sorpresas. De todos modos, en un mercado retraído, Ourense sufrió menos que la media de las provincias españolas. La patronal dio ayer a conocer los datos y el descenso en la provincia fue del 24,93%, frente al 32% de la media española, con 851.211 vehículos matriculados. El esprint final de diciembre, con una agresiva política comercial por parte de los concesionarios (pero también por las automatriculaciones para cumplir objetivos anuales) mitigó el descenso ya que se matricularon 490 vehículos, frente a los 402 del mismo mes del pasado, por lo tanto con un crecimiento del 21,89%.

Pero el ejercicio en su conjunto fue malo. La paralización de ventas entre marzo y mediados de mayo dejó una mella que no se ha podido corregir en el segundo semestre. En la provincia se matricularon 3.456 automóviles, pero el año 2019 se cerró con 4.604 unidades despachadas, de ahí el descenso del 24,93%. Con respecto al resto de provincias gallegas, los mercados se portaron de forma similar. En A Coruña el descenso anual fue del 24,85%; en Lugo fue del 22,40% y en Pontevedra, del 24,22%.

Las ventas del pasado año también certificaron una caída en los vehículos de combustión, anotándose un 35,65% los motores de gasolina, mientras que los diesel cayeron un 29,80%. Por el contrario, las matriculaciones de coches con energías alternativas se vendieron un 47,6% más que en el año 2019. En el sector se interpretan como "malos" los datos en toda España y se adelanta un 2021 complejo ya no solo por la pandemia, sino por la subida del impuesto este mes, lo que encarece la operación en torno a un 5%%. 

Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, explica que "no se ha podido compensar los dos meses de cierre de los concesionarios ni el impacto de las restricciones de movilidad de después del verano". Augura que "la automoción se enfrenta a un ejercicio con muchas incertidumbres donde, con toda seguridad, la demanda caerá, lo que nos lleva a pensar que hasta 2022 no se podrá hablar de recuperación y de esta manera, los concesionarios no pueden asegurar ni el empleo ni sus inversiones". "Los consumidores necesitan de incentivos especiales para seguir con la necesaria renovación del parque", matizan desde Ganvam. 

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