En venta el edificio Fermín García, uno de los iconos de la Praza Maior

Uno de los inmuebles más emblemáticos de la Praza Maior, conocido como Edificio Fermín García, situado en el número 4, está a la venta, según ha confirmado el empresario Pedro Seara, en cuyo despacho consta información de primera mano sobre la operación y desde el que también se ha procedido a la solicitud de intervención ante la Dirección Xeral de Patrimonio. Cualquier rehabilitación que se haga en conjunto debe contar con el visto bueno del citado organismo por tratarse de un inmueble que cuenta con el máximo grado de protección. Otros operadores urbanísticos, caso de Inmobiliaria Centro, también ofrecen en venta el histórico edificio por un valor de 2,4 millones de euros. Se trata de una construcción que tiene 2.700 metros cuadrados de superficie, distribuidos en bajo comercial con sótano de 1.100 metros cuadrados; primera planta con vivienda de 600 metros cuadrados con capilla; en la segunda planta piso de 540 metros cuadrados; en la tercera hay otros dos pisos y en la cuarta, bajo cubierta y trasteros. Fue construido a principios del siglo pasado bajo un proyecto del arquitecto Daniel Vázquez Gulías. En la actualidad únicamente está ocupada la parte inferior por la sala de exposiciones de Afundación, que entidad que figura como inquilina. El patio interior, una de las zonas con más carácter del edificio (FOTOCASA) Pedro Seara señala que su despacho ha trabajado ya en algunas propuestas de intervención para rehabilitar el conjunto, pero están pendientes de concreción. En su opinión, "lo ideal sería que se pudiese hacer cargo una empresa o una entidad para tener ahí su sede central", sin descartar también "que pudiese tener uso residencial". Sin embargo, a los 2,4 millones de euros de valor comercial habría que sumar el coste de la propia rehabilitación. Edificio singular Se trata de una edificación con una gran personalidad y que fue construida en el año 1909 como comercio y vivienda para Fermín García Villalón. Si espectacular es su fachada que descansa sobre gruesos arcos en uno de los soportales de la plaza, su interior contiene elementos que le confieren carácter único. Entre ellos, el patio (conocido como La Luna) y jardín interior, la capilla, las galerías o los pasamanos. La ficha del edificio que aparece en el Plan Especial de Reforma Interior del Casco Histórico que está en vigor desde 1996 indica que pese al transcurrir de los años "mantiene intactas las piezas más relevantes de la vivienda", incluyendo en el portal el baldosín hidráulico decorado en mosaico, los azulejos del zócalo, la caja de escalera con una balaustrada de fundición, incluso una capilla, "que hacen de él un edificio único que merece ser visitado", como aconseja la documentación del plan para la puesta en valor y conservación de la obra de Váquez Gulías. La capilla, de estilo neogótico. El encargo El propio Gulías "se iniciaría con esta casa como el arquitecto preferido por los almacenistas, los ricos de su tiempo, que tienen el buen gusto de dejarse guiar por la sabiduría de Vázquez Gulías modernizando la ciudad y dándole un aire de prosperidad", como escribió en estas páginas Maribel Outeiriño. La periodista, en un reportaje titulado "Un edificio donde todo es espectacular", publicado en 2014, aludía a que el inmueble fue encargado a finales del siglo XIX por Fermín García Villalón, originario del municipio vallisoletano de Villalón de Campos. La construcción se levantó "en el antiguo solar de un colegio del que Gulías conservó la capilla en plena Plaza Mayor". La morada tenía entonces 14 habitaciones en la primera planta ("que conserva intacta su primitiva distribución"), y otras dependencias como el almacén de quincalla, en la planta baja con acceso directo desde su vivienda. Resume Maribel Outeiriño que el edificio "tuvo inquilinos muy variados". Entre ellos la primera consulta y vivienda del matrimonio de dentistas rusos Dainow, huidos de la Revolución de 1917. Del mismo modo, en La Guerra Civil albergó las oficinas de Falange y la Sección Femenina. Según recuerda la periodista, vivieron en él, entre otras personas conocidas, el que fuera locutor de Radio Orense, Pedro Arcas, que residía en el tercero. También el contratista Vicente Rodríguez, y, "en la fantástica buhardilla, el comerciante Luis Borrajo". El jardín, "situado en la trasera y en gran parte ocupado por viñas, llegaría hasta el puente de la Burga, limitando con el del abogado Pérez Ávila". Ahora, una parte de la historia del patrimonio construido de la ciudad sale a la venta. Que haya postor y los usos de la futura intervención están aún por dilucidar.