Los seis primeros días de proyecciones dejaron más de 7.300 espectadores, sin contabilizar las sesiones del Principal y el Centro Cultural. El público acude a una media de tres emisiones, sobre todo de largometrajes. Absurdistán, gusta.
A la par que el festival de cine pone hoy su punto y aparte hasta el año que viene, la extensa programación cinematográfica que repartió por diferentes recintos culturales de la ciudad se despide también de la cartelera ourensana. Con una oferta de contenidos y formatos (largometrajes, cortos, documentales) para todos los gustos, el festival ofreció una nueva alternativa de ocio para los momentos de asueto que fue secundada por el público.
Con los datos de la jornada todavía sin contabilizar, los seis primeros días del festival dejaron un saldo de más de 7.300 espectadores entre las tres salas de proyecciones del Auditorio, las cinco de Cinebox y el público infantil de la Caixiña dos mistos, cifra que cuando la organización haga el cómputo final ofrecerá un ligero ascenso pues también en el Centro Cultural de la Diputación y en el Teatro Principal se programaron algunas películas.
Los sesiones de la tarde/noche y las de fines de semana/festivos se consagraron. Y es que si el domingo 11 y el lunes 12 por los Cinebox pasaron más de 600 personas cada día, durante la semana el número de espectadores se quedó justo en la mitad. Eso sí, el que va repite.
Los entusiastas del cine aprovechan el festival para ver películas y, salvo casos concretos, el público acude, cuando menos, a tres proyecciones, algunas del listado de filmes en competición y otras no, pues los ciclos temáticos han despertado gran interés.
Calidad
Hay un nombre que suena con fuerza entre los gustos del espectador y ese es el de la película Absurdistán, que ya figura entre las apuestas como posible ganadora del premio del público. Pero como en gustos no hay nada escrito, filmes como Polvo nuestro que estás en los cielos, Canciones para dormir o el documental Edificio 173 también han calado en las preferencias de los cinéfilos. Y al margen de preferencias, el balance del público sobre lo que a la calidad de las películas se refiere supera el aprobado. ¿Desilusiones? Alguna, pero más vinculada a cuestiones técnicas como subtítulos complicados de leer que al contenido en sí del filme.
Con los datos de la jornada todavía sin contabilizar, los seis primeros días del festival dejaron un saldo de más de 7.300 espectadores entre las tres salas de proyecciones del Auditorio, las cinco de Cinebox y el público infantil de la Caixiña dos mistos, cifra que cuando la organización haga el cómputo final ofrecerá un ligero ascenso pues también en el Centro Cultural de la Diputación y en el Teatro Principal se programaron algunas películas.
Los sesiones de la tarde/noche y las de fines de semana/festivos se consagraron. Y es que si el domingo 11 y el lunes 12 por los Cinebox pasaron más de 600 personas cada día, durante la semana el número de espectadores se quedó justo en la mitad. Eso sí, el que va repite.
Los entusiastas del cine aprovechan el festival para ver películas y, salvo casos concretos, el público acude, cuando menos, a tres proyecciones, algunas del listado de filmes en competición y otras no, pues los ciclos temáticos han despertado gran interés.
Calidad
Hay un nombre que suena con fuerza entre los gustos del espectador y ese es el de la película Absurdistán, que ya figura entre las apuestas como posible ganadora del premio del público. Pero como en gustos no hay nada escrito, filmes como Polvo nuestro que estás en los cielos, Canciones para dormir o el documental Edificio 173 también han calado en las preferencias de los cinéfilos. Y al margen de preferencias, el balance del público sobre lo que a la calidad de las películas se refiere supera el aprobado. ¿Desilusiones? Alguna, pero más vinculada a cuestiones técnicas como subtítulos complicados de leer que al contenido en sí del filme.
