El verano adelantado llega a su pico de calor: 36,6 grados

Cinco de la tarde en la ciudad. El termómetro de la estación de Meteogalicia en el barrio de O Pino alcanzaba los 36,6 grados, una de las temperaturas más altas de España, por encima de las registradas en las ciudades bañadas por el Guadalquivir, donde este valor suele ser más habitual durante este época del año. En la estación que tiene el observatorio gallego en la zona del Campus, subió menos, que quedó a la misma hora en los 35,9 grados. La situación fue generalizada en Galicia: todaas las ciudades estuvieron por encima de los 30 grados centígrados, exceptuando A Coruña, que se quedó en 28. El calor continuará siendo protagonista durante la jornada de hoy, pero ya no serán tan intenso (en la ciudad están previstos 35 grados) a causa de la entrada de nubosidad, que generará tormentas sobre todo a partir de las 15,00 horas en la mayor parte de la provincia. El observatorio meteorológico gallego ya registró a lo largo de ayer 508 rayos sobre la comunidad autónoma. Las tormentas hicieron acto de presencia a partir de las 16.30 horas en las comarcas de A Baixa Limia, donde descargó de forma puntual granizo; en A Limia y Monterrei. Lobios fue el municipio que registró más precipitación, 9,9 litros por metro cuadrado durante seis horas. Según el observatorio gallego, la tormentas podrían descargar hoy de forman torrencial en distintos puntos de la provincia ourensana al confluir una masa de aire cálido en superficie procedente del norte africano con otra de aire frío en las zonas más altas. El concello de Calvos de Randín registró ayer la temperatura mínima más baja de Galicia, ocho grados centígrados, pero este registro caerá entre dos y tres grados durante los próximos días. "Las temperaturas nocturnas experimentarán un ligero descenso, mucho más acusado que por el día", aseguraron en Meteogalicia. Satisfacción en el campo El calor está siendo bien recibido en el campo ourensano, pero el anuncio de posibles tormentas los mantiene en alerta sobre todo a los viticultores y agricultores de A Limia. Estos últimos están en plena siembra de las patatas, y "una descarga fuerte de agua podría provocar que el terreno se inunde y no se pueda sembrar cuando ya está finalizando la temporada", aseguraba José Rodríguez en la mañana de ayer al tiempo que preparaba su parcela en el municipio de Xinzo. En el caso de los productores de vino, los daños podría registrarse a causa del granizo. "El calor adelantó el crecimiento de las plantas y, en caso de llover, con estas temperaturas podría dar origen a enfermedades", apunta un viticultor de Monterrei, Antonio García.En esta zona, los dueños de viñedos dan estos días los respectivos tratamientos para evitar posibles hongos. Mientras, en la ciudad, la jornada caluroso obligó a muchos ourensanos a refrescarse en el cauce del río Miño. Ayer se apreciaban toallas para tomar el sol en las zonas de Oira y Outariz, Ponte Romano y A Chavasqueira, entre otros puntos.