La estación que comienza este viernes será hasta un grado más calurosa, aunque podría ser "insólita" en materia de precipitaciones
Este viernes, en concreto a las 17,54 horas, arranca el verano. Una estación que durará á 93 días y en la que Ourense vuelve a perfilarse como protagonista, con una estación más cálida de lo normal aunque sin más calor que el año pasado. Se podría vivir un verano "insólito", a juzgar por algunos de los modelos, con más lluvias de lo habitual. Desde Estados Unidos, advierten de "amenaza máxima para los incendios".
Esas son las primeras conclusiones de las predicciones que manejan los meteorólogos. Si en 2018 se consiguió batir el récord de temperatura máxima, ahora va camino de repetirse, puesto que los expertos aventuran episodios de fuerte calor, concentrados, pero que no se prolongarán en el tiempo.
La Agencia Estatal de Meteorología avanzaba ayer su predicción para julio y agosto y sitúa a Ourense como la provincia con mayor anomalía –solo detrás de Zamora– respecto al clima habitual, con un incremento sobre la temperatura media de la provincia de entre 0,5 y 1 grado centígrado, por encima del incremento nacional,(+0,5 grados).
Esta situación augura un verano cálido, aunque menor que el año pasado, cuando se produjo una anomalía de entre +0,5 y +1,5 grados en la ciudad y valle del Miño. Y eso que los días previos de la entrada en el periodo veraniego han sido bastante atípicos. La meteoróloga de Aemet Beatriz Hervella explica que junio está siendo "más bajo de lo normal" en Galicia, frente a otros puntos del norte, donde las temperaturas "se están recuperando".
La previsión de lluvias no son tan claras: "No hay una tendencia clara en los modelos en cuanto a las precipitaciones del verano", precisa Hervella, que solo se atreve a hablar de unas temperaturas que serán superiores a la media, pero ligeramente por debajo del año pasado.
Rubén Vázquez, que analiza todo tipo de modelos atmosféricos desde Meteovigo, plantea en su predicción estacional para el norte peninsular "temperaturas por debajo de la media y precipitaciones por encima de valores medios". Aun así, precisa: "No quiere decir que no vaya a haber calor, habrá episodios de calor y picos de calor extremo, pero no se prolongarán en el tiempo". Además, la lluvia hará acto de presencia "con mayor frecuencia de lo habitual. Será un verano atípico", asegura. De hecho, sostiene que este junio está siendo "más próximo al invierno que al verano".
La meteoróloga Mar Gómez, de eltiempo.es, prevé un verano más caluroso de lo habitual solo en el centro y mitad sur peninsular. Solo la parte este de la provincia, es decir, Valdeorras y su entorno, se encuadrarían en la clasificación de "ligeramente más cálido de lo normal" en Ourense, quedando el resto de la provincia en valores normales para la época del año.
Este modelo augura un tiempo "más seco de lo normal", algo que choca con otros, y que lleva a la Aemet, por ejemplo, a no querer dar una predicción concreta.
En todo caso, el portavoz de Aemet, Rubén del Campo, cree que la temporada de incendios será "de partida, difícil y complicada".
Predicciones americanas
Desde Estados Unidos, AccuWeather y su modelo estacional, que goza de fiabilidad en las previsiones a largo plazo, señala "un alto riesgo de incendios, con periodos secos y olas de calor desde el norte de Portugal hasta Galicia". En concreto, advierten de "la segunda mitad de la estación", donde prevé escasez absoluta de lluvias. Por último, el modelo americano con el que trabaja la Confederación Hidrográfica Miño-Sil señalan un "verano normal" en lo que a pluviometría se refiere.
Este mes de junio se perfila como el más frío desde el año 1972
La previsión de un verano más caluroso de lo habitual, en la línea del vivido en 2018, podría poner en jaque las reservas de agua. Todo dependerá de unas precipitaciones ante las que los expertos o difieren o directamente eluden dar un pronóstico claro. Lo que queda claro es que la pasada primvaera fue "cambiante", pero "muy cálida", en términos generales, según la valoración del delegado de Aemet en Galicia, Francisco Infante. De hecho, en mayo, y con un registro de 37,5 grados, la ciudad alcanzó su segunda mayor temperatura para un mes de mayo, y a nivel nacional solo fue superado por Córdoba. Por el contrario, fue una primavera "húmeda" en Ourense, debido, principalmente, a un mes de abril que fue el más lluvioso de este siglo . Con estos mimbres, Ourense sale de la quema de la "sequía meteorológica" que se vive en gran parte del oeste español, y que en Galicia se da en la provincia de A Coruña. Esta panorama cambiante se ha complementado con la situación vivida a lo largo del mes de junio, que hoy da la bienvenida al verano. Y es que en los 21 primeros días, la temperatura media de las máximas ha sido de tan solo 23,11 grados centígrados, el valor más bajo desde el año 1977, según el histórico de temperaturas.
Beatriz Hervella manifestaba este jueves que sus predicciones se comparan con el "verano de 2003" cuando hubo una larga ola de calor. Ahora, no se descarta este episodio y sobre todo después de un mayo tan seco como el vivido, que suele anticipar este suceso, como ocurrió en 1976 y 2003.
