La Confederación tomó muestras para determinar su composión tóxica
Los técnicos medioambientales de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil recorrieron en la mañana de ayer el río Barbaña para determinar la entidad de las espumas que aparecieron en el entorno de La Molinera y que, une vez más, alarmaron a los vecinos de O Polvorín y Camelias. A priori, están descartadas que las espumas sean producto del batir del agua o por la alta concentración de materia orgánica. Se trata de una vertido cuyo origen y composición se desconocerá hasta que las muestras recogidas no pasen por el cribado del laboratorio del organismo de cuenca.
Según fuentes de la Confederación, hay alguna sustancia química anómala en el agua pero aún no se puede confirmar que las proporciones presentes rebasen los valores considerados como normales. De hecho, las analíticas analizan el ph del agua (los valores normales se tienen que mover entre los 5,5 y los 9) así como la presencia de sólidos en suspensión o la demanda química de oxígeno.
No obstante, los técnicos no hallaron peces muertos en todo el recorrido realizado, desde la EDAR de San Cibrao das Viñas hasta la desembocadura en el río Miño. El organismo de cuenca descartó la presencia de las espumas en el punto de vertido de la estación depuradora de aguas residuales, por lo que está decartado que la contaminación proceda de esa instalación.
La toma de muestras de las aguas, en las que se aprecia el color grisáceo del líquido elemento, se realizó en varios tramos del río al objeto de completar el expediente. Asimismo, se inspeccionará el cauce estos días para ver la evolución.
