Viaqua apuesta por un modelo económico de “residuo cero”

photo_camera El evento reunió a representantes de la administración así como investigadores y expertos involucrados en el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a la depuración y aprovechamiento de aguas residuales.
La concesionaria de la depuradora tiene como objetivo innovar hacia un desarrollo sostenible

El Auditorio Municipal acogió ayer el acto “De depuradoras a biofactorías: el potencial del agua en la economía circular”. El evento reunió a representantes de la administración así como investigadores y expertos involucrados en el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a la depuración y aprovechamiento de aguas residuales.

El tema central del evento fue la llamada “economía circular” aplicada al procesamiento de aguas grises y lodos. En esta economía, las depuradoras se servirían de las nuevas tecnologías para regenerar, extraer y reutilizar los recursos contenidos en los desechos.

El objetivo final sería transformar las instalaciones de filtrado de agua para contribuir a un “modelo energéticamente neutro” en el que se saque el máximo partido de los residuos líquidos que generan la agricultura, la ganadería y  las factorías industriales.

Mediante procesos novedosos se pueden extraer de las aguas residuales materiales como nutrientes -destinados a la fabricación de biofertilizantes- y los ácidos grasos volátiles (AGV) -útiles para la creación de plásticos, lubricantes y pinturas. Estos procesos permiten reciclar las sustancias del desagüe para alargar su vida útil y contribuir a un desarrollo sostenible respetuoso con el medio ambiente.

Durante las presentaciones destacaron los buenos resultados obtenidos por la Unidad Mixta CIGAT Biofactoría de la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) de Ourense. Este proyecto, realizado entre 2015 y 2018 por Viaqua, Cetaqua y la Agencia Gallega de Innovación, sirvió como base para el desarrollo e implementación de nuevos proyectos de economía circular en Europa.

Gracias a la CIGAT Biofactoría, pudieron hacerse realidad estrategias como ECOVAL, liderado por Cetaqua y especializado en obtención de AGV, y Walnut, realizado por CARTIF para la producción de biofertilizantes.

Investigación

Según la responsable técnica de Cetaqua, Celia Castro, la implementación definitiva de la economía circular  sería inmediata “en el caso de la obtención de energía verde como el biogás o el biometano”.  En el caso de la recuperación de AGV, es preciso seguir investigando y trabajar en derribar obstáculos a nivel legislativo y tecnológico, lo que supondría obtener resultados a largo plazo. 

En el Auditorio el debate también giró en torno a las barreras sociales, legales y comerciales a las que se enfrentan investigadores y empresas que buscan lograr la economía circular. Las soluciones pasarían por aportar información, definir políticas a favor del desarrollo sostenible y establecer nexos de colaboración entre diferentes sectores económicos.

La directora de Desarrollo Sostenible de Viaqua, Leticia Rodríguez, insistió en las claves de una economía circular efectiva: mayor inversión en I+D+i y la importancia de la colaboración público-privada, siguiendo con el “ejemplo de éxito” de CIGAT Biofactoría en la EDAR ourensana.

 El jefe del servicio de agua y medio ambiente de la Deputación, Javier Bobe, apuntaba que en los tiempos que corren es necesario aplicar las tres “r”: reducir, reutilizar y reciclar. “Antes ou despois non nos vai quedar outra”, declaró.

Señaló que la provincia presenta obstáculos particulares hacia esta meta: las más de 2.200 unidades de depuración de Ourense, muy dispersas, exigen una inversión considerable en las tecnologías de economía circular para poder alcanzar la meta de “residuo cero” de manera rentable.

Según Bobe, una buena gestión pasaría por centralizar el transporte de lodos procedentes de fosas sépticas en un número reducido  de depuradoras capaces de transformar residuos en recursos. 

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