El vicario de Pastoral reprende a los políticos por los ’males’‘ que provocan con su desunión

LR- El vicario de Pastoral de la Diócesis de Ourense, José Pérez, se convirtió ayer en látigo de los políticos durante la homilía de la misa que homenajeaba a San Roque, patrono de la Policía Local. Pérez pidió unidad para desarrollar la ciudad.
La ciudad ourensana homenajeó a San Roque, antiguo patrono de la ciudad hasta que le quitó el mérito San Martiño, pero que se mantiene como tal en el Cuerpo de la Policía Local. Agentes municipales y políticos locales, encabezados por el alcalde, Francisco Rodríguez, presidieron la procesión y acudieron a la misa de la Catedral para cumplir con la fiesta pero también para atender a una reivindicativa e inesperada, para ellos, homilía, con vocación de seria reprimenda. El vicario de Pastoral la Diócesis de Ourense, José Pérez Domínguez, ofició la misa y pidió a San Roque en la homilía ayuda contra los males en el mundo de la Iglesia -en una sociedad dominada por la ‘anarquía de valores’- pero también de la política.

Fue así como apeló a la unidad de todos los gestores de la cosa pública para cerrar las heridas del descalabro realizado en As Burgas, ‘que botan auga quente pero tamén sangue de sufrimento, de mágoa, de contubernio’; para tapar la herida del AVE (por sus problemas para llegar a Ourense), una acción que debe ser gestionada ‘entre todos’ porque ‘os ourensáns precisamos a resposta de todos’; y para poner freno a la ‘ferida’ de los jóvenes, aquejados de falta de empleo -’ós mellores mandámolos para Castilla e Madrid’- y de un modo de diversión, el botellón, que censuró. Por ello, instó a los presentes a movilizar a todas las instituciones, también las eclesiásticas, para ‘buscarlle unha resposta á xente nova de Ourense’.

Y es que, recordó, ‘dentro dun século Ourense falará ben ou mal dos políticos que xestionaron o problema, non do PP, nin do PSOE nin do BNG’.

El alcalde acepta el reto Tras la homilía reivindicativa, el alcalde, Francisco Rodríguez, hacía su propia interpretación de las palabras del vicario, afirmando que careció de ‘ consideracións negativas’. Los problemas que mencionó, dijo Francisco Rodríguez, coincidiendo con el sacerdote, tendrán solución en la medida en que sean capaces las fuerzas políticas de huir de sus intereses partidistas y unirse, es decir, ‘se compartimos os obxectivos e sumamos esforzos’.

Francisco Rodríguez está convencido de que las cuestiones pendientes de la ciudad, los problemas de los jóvenes y de las infraestructuras ‘serán máis fáciles de resolver cunha unidade política, social e cidadá’.

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