Víctima de la tormenta perfecta

Desde la compañía de transformación Maderas Soto inciden en la influencia de la pandemia a la hora de desencadenar la crisis del sector, al paralizar factorías a nivel global. Y ahora EEUU y China “asfixian” al resto del mundo. “Estos países realizan una fuerte demanda de materias primas que también necesitan los demás”, explica Enrique Soto, su gerente. El empresario deja claro que “esta subida de precios no beneficia al sector. No estamos trabajando más que nunca. Y compras la madera sin saber cuánto te van a servir, a un precio al que no sabes si vas a poder venderla. No hay certezas, y esta inestabilidad nos perjudica mucho. El dinero obtenido al vender madera antes de esta situación no nos alcanza ahora para comprar nueva”. Considera que los precios “se estabilizarán a medio plazo, pero después de entre medio año y dos años de subida”. En cuanto a la política forestal en Galicia, defiende que “deja mucho que desear. No se toman medidas a largo plazo, pensando a 30 años vista, que es lo que tarda en crecer un árbol”. Además, concuerda con los expertos y representantes del sector en definir al minifundio como el principal lastre. “Muchos propietarios no saben ni dónde están sus fincas”, añade. “Tenemos que dejar de importar madera del otro lado del mundo, porque la huella de carbono es inasumible. Y, sin materia prima, no fomentamos industria que la trabaje”, reflexiona. Soto explica que el porcentaje de subida de los precios varía en función de cada derivado, y puede llegar al 100% y superarlo con creces, como en el caso de la madera laminada. Felisindo Pérez, de Tableros Mezquita, vende producto manufacturado, como tableros o componentes para mobiliario. “Los proveedores empezaron subiendo un 4% los precios en enero, como cada año, pero luego siguieron haciéndolo mes a mes desde marzo, sucediéndose subidas del 4%”, recuerda. No obstante, augura una pronta bajada de los precios, cuyas alzas dependen “de dónde viene la madera: la que se importa de África no subió tanto, pero la de China sí, con alzas del precio en container del 200%”. “Hay productos, como el tablero marino, que ya no los sirven. Los pides ‘sin precio’, porque es variable, y tanto tarda en llegar dos meses como seis”, precisa. Él intenta salvar la papeleta con producción nacional. De hecho, “los precios no serían tan desmesurados si hubiera más”, concluye. “Nunca vivimos una oscilación del mercado tan grande en solo un año” Rubén Mera, de Maderas Sampayo, añade que “siempre nos decían que tras el verano se estabilizarían los precios, pero no era cierto. Y hay una parte especulativa en todo esto. Los mayoristas juegan con el nivel de oferta. El problema no es de ahora, ya lo teníamos en marzo de 2020, pero cada vez va a más”. En opinión de Mera, “hay quien aprovecha esta situación para especular. Y se crea una situación de río revuelto: compro ahora porque después no voy a tener. Por lo tanto, si necesitas 10, pides 20”, argumenta. Y, en consecuencia, “se multiplicó por tres el valor de mercado de algunos derivados, como los tableros decorativos, en un solo año. Muchos fabricantes europeos exportan a EEUU porque pagan más que en nuestro mercado interno, que se desatendió”. Por lo tanto, ahora que los estadounidenses vuelven a producir de nuevo, esperan que esto ayude a estabilizar el mercado. En cuanto a la oferta nacional, palidece entre la aparición de nuevos compradores, como los chinos, desprovistos de la materia prima de los países nórdicos. “Nunca hubo una oscilación de precios tan grande en tan poco tiempo, y esto afecta al consumidor. No puede darse un precio para un tejado para más de mes y medio. No existen los presupuestos cerrados”, concluye.