Un informe técnico concluye que la reparación resultaría más cara que una nueva iluminación
Las obras de rehabilitación del Puente Mayor o Romano de Ourense han conllevado la reparación del pavimento, la retirada de la tubería de abastecimiento anclada a la estructura y la sustitución de sus características farolas de hierro forjado. Precisamente, esta última parte del proceso es la que más comentarios ha suscitado. Las farolas originales son propiedad de la Xunta e iban incluidas en un proyecto del 22 de marzo de 1976, a pesar de que no se autorizó la instalación de las mismas en el monumento hasta cinco años más tarde, el 25 de septiembre de 1981. El paso del tiempo y los 35 años de vida de las luminarias han provocado un gran deterioro en los fustes realizados en hierro fundido, según precisa un informe técnico del Concello.
La desaparición de las características farolas motivó las críticas de Democracia Ourensana y PSOE, grupo municipal que incluso planteó una pregunta en el pleno en la que alegaba recoger las quejas de los vecinos por la "poca iluminación". El informe indica que el Concello había pedido la cesión de los puntos de luz a la Xunta ya que, según explica, pretendía reutilizarlos. Sin embargo, aclara que debido al mal estado de las farolas resulta más costosa la reparación que colocar nuevos puntos de luz.
En el consistorio también destacan la contaminación lumínica que provocaban las 18 farolas que se repartían a ambos lados del puente, seis de un punto de luz y otras 12 con dos. En el total, no se incluyen todas las que fueron colocadas en 1981, ya que a mediados de febrero de este año una de ellas se partió debido a su mal estado y al deterioro por la humedad, y se precipitó desde el puente hasta ir a parar muy cerca del vallado del parque canino, donde cada día se reúnen decenas de ourensanos con sus mascotas.
Las farolas se encuentran almacenadas desde el 11 de octubre en las instalaciones del servicio eléctrico del Concello, situado en el Campo da Feira y desde el consistorio indican que guardan todas, con independencia del estado en el que estén, con la intención de reutilizar las partes menos dañadas en la avenida de As Caldas, donde hay farolas idénticas.
