ELECCIONES MUNICIPALES

El PSOE gana en la ciudad con un leve margen que le obliga a pactos

Los socialistas obtienen nueve concejales, el PP pierde tres, DO se deja uno, y el BNG y Ciudadanos entran con dos 

La corporación municipal ourensana se ensancha por su base, pero tendrá mucho que negociar para dilucidar cómo queda la cúspide. Los ourensanos que votaron este domingo para elegir a los 27 concejales de la ciudad han decidido que sean cinco partidos los que se sienten en el salón de plenos —PSOE, PP, DO, C´s y BNG—, uno más que en el 2015 y con Ourense en Común fuera de los elegidos. Y si la experiencia del último mandato dejó un puzzle de imposible encaje institucional, la generosidad y la habilidad en la negociación deberán demostrarse desde hoy mismo.

ourensePero la experiencia no allana el camino y es difícil que los contendientes citen a Churchill: "El político se convierte en estadista cuando piensa en las próximas generaciones en vez de en las próximas elecciones". Estos comicios han dejado conclusiones determinantes: en principio, Rafael Rodríguez Villarino, con sus nueve concejales y como partido más votado toma la batuta para devolver el gobierno local al PSOE cuatro años después de haberlo perdido, pero el margen es escaso porque siete obtuvo el PP, otros tantos DO, dos Ciudadanos y dos BNG. 

Para que se sustancie la alternancia en la Praza Maior deberán de implicarse otros socios. Para firmar una mayoría absoluta le llegarían los siete concejales de Jácome, pero esa alianza no está exenta de dificultades, las mismas que imposibilitaron una moción de censura contra el PP de Jesús Vázquez en el anterior mandato cuando DO era el segundo partido con más concejales y el PSOE el tercero.

Otra opción es que gobernase en minoría con el BNG —habitual socio en varias corporaciones— aunque no sumase catorce. Sería la famosa geometría variable que le permitiría buscar pactos puntuales con otras fuerzas de la corporación. Es el PSOE uno de los partidos que firma una buena hoja de servicios al subir tres escaños desde el 2015, a pesar de que Rafael Rodríguez Villarino recogió la candidatura in extremis dos meses antes de las elecciones y tras la dimisión de José Ángel Vázquez Barquero. 

Aritméticamente hay otras posibilidades, pero políticamente son prácticamente inasumibles. Una de ellas sería una alianza entre socialistas, nacionalistas y Ciudadanos, insuficiente también para alcanzar la mayoría absoluta. Por el bando de los derrotados, a Jesús Vázquez los ciudadanos le hacen pagar los platos rotos de su gestión durante los últimos cuatro años, pero también abona una parte de la factura del PP, en horas bajas desde que Pablo Casado ha tomado las riendas en España.

También pierde Democracia Ourensana, un partido que se veía ganador en las últimas jornadas. Por el camino se ha dejado un concejal, aunque puede llegar al gobierno si fructificase un pacto con el PSOE. El otro partido con presencia en la corporación saliente, Ourense en Común, se queda sin representación. 


Una participación del 64% en la ciudad


Las elecciones municipales concitaron el interés de 54.692 ourensanos con derecho a voto en la ciudad (al 97,38% escrutado), lo que supone una ligera mejoría sobre la participación anotada en la última cita del 2015. Esta cifra de papeletas supone un 64,84% de participación frente al 62,11% que contabilizó hace cuatro años. Por lo tanto, la abstención en esta cita ha sido del 31,16%, frente al 37,89% que se había contabilizado en el año 2015. Estas han sido también las elecciones municipales en las que se presentaron un gran número de candidaturas en la ciudad, quince, pero con una gran fragmentación de voto. En realidad, seis de ellas se quedaron por debajo de los mil votos: Espacio Común, Vox, Compromiso por Galicia, Por Un Mundo Más Justo, Adelante  y Proyecto Liberal Español. Estos tres últimos con menos de cien.

Te puede interesar