La “voda da Pita", por poderes

La "Voda da Pita", la representación teatral propia del Entroido de As Eiroás, el carnaval pasado.
photo_camera La "Voda da Pita", la representación teatral propia del Entroido de As Eiroás, el carnaval pasado. (FOTO: Miguel Ángel)
Frei Canedo de A Ponte, A Pita de Eiroás y Paquita e Nicanor de Seixalbo, triángulo mágico de la capital, afrontan un Entroido online y con actos simbólicos. El carnaval se cancela en un año insólito

La ciudad tiene su propio "triángulo máxico", que también se cancela tal y como lo conocemos. Los eventos online o actos simbólicos con aforo reducidísimo son la opción que contemplan las asociaciones vecinales que, a estas alturas, ya estarían ultimando detalles del Entroido y con los trajes casi listos. A Pita de Eiroás, Frei Canedo de A Ponte y Paquita y Nicanor de Seixalbo son los carnavales propios de la capital. Los de Seixalbo son los más optimistas: "A Paquita e o Nicanor sairán á rúa, aínda que sexa de casa en casa para que os veciños as vexan, xunto ao seu fillo Vicentiño", explica Xosé Carballido, presidente de la asociación San Breixo.

En A Ponte, su personaje es el pícaro Frei Canedo, un fraile que supuestamente convirtió el agua del Miño en un vino "caralludo" y que sale en procesión cada año arropado por su cofradía. Roberto Pumar, del colectivo que organiza este entroido, apunta que está suspendido. "Pensamos en que si la situación lo permite, sacar al patrón el martes de carnaval por el barrio. Un paseo", explica. Son 17 años los que lleva realizándose este carnaval, que congrega a más de un millar de ourensanos. "A estas alturas ya teníamos todo contratado y se estaría editando el libro de carnaval con las fechas de cada acto. Llevamos todo el año sin poder reunirnos", añade Pumar.

En As Eiroás celebran A Pita, cuyo evento más importante es la llamada "Voda da Pita", un escarnio en forma de representación teatral sobre el matrimonio de Gumersinda de Benavides,–alias "A Pita"– y Antonio Guimarey, que según la leyenda, se casaron en los 50 y no quisieron pagarle los vinos a los vecinos. Aquello coincidió en Entroido y nació la sátira. "Aínda empezamos a facer reunións virtuais, pero asumimos o que vai pasar...", dice Lois Pardo, uno de los organizadores. Cuentan con darle la vuelta al evento: "Estamos valorando a posibilidade de que sexa algo presencial ou non, pero faremos algo arredor da voda, aínda que sexa online", explica. El guión, siempre desternillante, "está en proceso e será unha voda por poderes, por aquelo da distancia, que vai estar presente". Son una docena de vecinos los que se visten de pita y hacen sonar sus chocas, un traje que cumple 21 años en este Entroido que será atípico.

Por otra parte, desde el Concello de Ourense trasladan que aún no hay nada decidido sobre actividades de Entroido.

En el caso de Barbadás, cuyo desfile es siempre muy concurrido, anotan que "o espírito non se perderá", aún siendo conscientes de que el desfile será "improbable". Entroidos del área metropolitana como el de Mugares (Toén), también cuentan con la cancelación. "A estas alturas xa estaríamos acabando os traxes", apuntan las vecinas que elaboran la vestimenta. 

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