XUIZO

Un vecino de A Teixeira reconoce que se ofuscó y por eso apuñaló a otro

20.05.15.OURENSE.PAZO.DE.XUSTIZA.AUDIENCIA.PROVINCIAL.XUIZO.TENTATIVA.DE.OMICIDIO.
photo_camera Antonio D.C.no xuízo na Audiencia Provincial de Ourense.

Asegura que la víctima lo insultó y lo amenazó de muerte en un camino 

Antonio Diéguez Castro (60 años) no quiso asesinar a su vecino Julio G.F. el 21 de noviembre de 2010, según sostuvo ayer en la sala de vistas de la Audiencia en donde comenzó el juicio por tentativa de asesinato (el fiscal pide 14 años de prisión) . Sí reconoció que se "ofuscó" y se "volvió loco" cuando se encontró con él de frente en el camino de Nogueira, en A Teixeira, y oyó como le insultaba y amenazaba de muerte. El desencadenante último -sostiene- fue cuando su vecino le levantó la mano en actitud de darle un puñetazo. "No supe lo que hacía, hasta que se separó de mí en el suelo", aclaró.

El acusado admitió ser el autor de los navajazos pero negó que intentase matarlo, sino sólo defenderse ante la creencia de que pudiera matarlo, así que cogió la navaja que lleva habitualmente y le asestó a la víctima varios pinchazos "pero ninguno por la espalda", según precisó. Cuando consiguió zafarse, en el suelo, vio a Julio G.F. que se alejaba pero como no iba en buen estado optó por llamar inmediatamente a su mujer que apareció a los tres minutos en el lugar, y cuatro minutos después, al 061.

La víctima, según los escritos de acusación pública y particular, resultó con una herida en el vientre de 15 centímetros de longitud y otras seis de 4 a 10 centímetros en el pecho y brazos, en ambas caras, y espalda.

Diéguez Castro insistió en que todas las puñaladas se las dio en el lugar en el que se encontraron, mientras que varias preguntas de las acusaciones se dirigieron a insistir en aclararlo, pues mantienen que tras la primera puñalada, el herido intentó huir hacia un alpendre de su propiedad y por el camino fue asaltado de nuevo por el acusado para asestarle las siguientes.

Por su parte, el agredido aseguró todo lo contrario. Según su versión, el procesado le insultó al cruzarse en el camino mientras mantenía la mano en un bolsillo. "De repente sacó la navaja, me metió un navajazo en el vientre y me rasgó", dijo. También explicó que las demás puñaladas se las dio por el camino, mientras huía de él. "Si me las diese todas en el lugar en el que nos encontramos yo no habría tenido fuerzas para recorrer los 20 metros hasta el alpendre donde caí", relató, pues la primera persona en asistirle, la esposa de su agresor, lo encontró tirado sobre un saco de bagazo. Añadió que la esposa del agresor y el hijo, quien llegó después, le insultaron e intentaron agredirle, aunque a la pregunta de por qué no declaró esto antes del juicio, respondió que lo había olvidado "hasta este momento".

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