Una vecina del barrio ourensano de O Vinteún encontró trozos de carne con alfileres en tres puntos diferentes de la calle Río Navea. La mujer se percató de los cebos pasadas las ocho de la mañana cuando paseaba su perro. Los recogió ante el riesgo de que pudiera comerlos tanto su mascota como cualquier otro animal al tiempo que ponía los hechos en conocimiento de la Policía Local con el objetivo de que identificara a la persona que esparció la comida.
La situación se produce tres meses después de que dueños de perros encontraron entonces, en un caso trozos de jamón, y en otro, golosinas, con alfileres incrustados en los accesos al parque canino, situado entre la estación de autobuses y la carretera N-120, en el cruce que forman las calles río Támega y río Avia, además de distintos puntos de la calle río Arnoia, a la altura del túnel bajo la vía del tren.
Todas las zonas están situada en el barrio de A Ponte y la Policía Local, que mantiene abierta una investigación, sospecha que el autor colocó los cebos para que los comieran perros al sacarlos a pasear.
De ingerirlos, el animal quedaría al borde de la muerte y, además, sufría muchos dolores, según explicó entonces la exdirectiva de Progape en Ourense, María del Campo.
El hallazgo de los nuevos cebos circuló este miércoles por las redes sociales para para que los dueños de perros tomen precauciones a la hora de sacarlos a pasear. "Llevo meses pendiente de que no echa la boca a nada de lo que encuentra en la calle", aseguraba Teresa García, mientras paseaba su perro, un bulldog, por los alrededores de la estación de autobuses.
