El nombre del carro de flores y musgo con el que participan los usuarios del Centro Interxeracional de A Farixa en Os Maios es una declaración de intenciones. Mayores, niños y trabajadores se estrenan con retranca en el concurso
Dos meses son suficientes para "ennoviarse", ganar una amiga inseparable o llamar a la trabajadora social con el diminutivo afectuoso –"Elenita, ven a la foto"–. El Centro Interxeracional de A Farixa, construido por la Fundación Amancio Ortega y gestionado por el Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, está funcionando. Los niños de la escuela infantil han visto cómo los mayores del centro de día han puesto todo su empeño, con ayuda de las trabajadoras, en la creación de un maio. El primero. Es su estreno en el concurso del Concello de Ourense. Y están muy ilusionados.
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uí todos se quitan méritos, pero tirando de retranca. De Avelina Conde dicen los compañeros que es la que más curro se ha llevado. "Tú tienes que estar el domingo en el Paseo, eh", la anima Victoria Muñoz, la coordinadora del centro. Y estará. "Siempre me gustó verlos, pero nunca había hecho uno", cuenta esta mujer, que fue costurera toda la vida. Sara, a su lado, ni participó ni ha visto un maio nunca. "Yo es que soy de Zamora. Allí no hay de eso", dice, antes de mandarle un recado al fotógrafo: "Sácame bien, que esto va a Zamora".
Todos coinciden en que la idea fue "de la que manda. Victoria". Darío, otro usuario, cuenta que él solo pasea y mira a los demás trabajar. Más tarde confiesa que las xestas, las flores y el musgo, "algo" lo trajo él.
"Xeracións" es el nombre del maio creativo con el que se presentan al concurso. Un nombre que refleja perfectamente la filosofía de este espacio pionero. Convivencia entre generaciones. Un "carro" del que seguir tirando. Las coplas ya son otro cantar.El domingo, en el Paseo, más retranca.
El concurso, un "aliciente más" a una actividad llena de significado
El Centro Interxeracional de A Farixa, un proyecto de la Xunta pionero en España y situado en una de las provincias más envejecidas, nació con un objetivo claro: unir a niños y mayores. De hecho, el contacto visual es permanente a través de un patio interior que comunica la escuela infantil y el centro de día. Pero también nació para fomentar el envejecimiento activo. Con actividades como esta participación en los maios o las que realizan a diario con los pequeños de la escuela infantil. "Las actividades son una manera de trabajar reminiscencias, psicomotricidad... Y los maios, algo tradicional, es una forma de que las nuevas generaciones y los mayores se empapen del significado de la fiesta", cuenta Victoria Muñoz, coordinadora del centro y trabajadora social. "Para los mayores, el concurso es un aliciente más", añade.
