Xosé Vázquez Pintor, premio Vicente Risco de Creación Literaria 2007, habla de su trayectoria y la influencia que representa la provincia de Ourense en su obra.
Una osada aventura en la que se reivindica el papel de la homosexualidad femenina en la sociedad es parte de lo que se puede encontrar en la nueva novela Para decir abril, del escritor gallego Xosé Vázquez Pintor, por la que acaba de recibir en Ourense, el premio Vicente Risco de Creación Literaria 2007.
Una osada aventura en la que se reivindica el papel de la homosexualidad femenina en la sociedad es parte de lo que se puede encontrar en la nueva novela Para decir abril, del escritor gallego Xosé Vázquez Pintor, por la que acaba de recibir en Ourense, el premio Vicente Risco de Creación Literaria 2007.
Pintor nació en Melide, A Coruña, en 1946. Es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, mientras que su actividad cultural se ha desarrollado en diferentes ámbitos, desde la poesía hasta el teatro.
Es la segunda ocasión en que recibe un premio en Ourense, la primera vez en 1989, ¿qué diferencias observa?
Veo muchas diferencias en cuanto al modo de escribir y a la diversidad de oferta cultural, pero no cabe duda de que el talento literario sigue entre los ourensanos. Algo que siempre destaco es que Ourense y Pontevedra son el referente de las penas de Galicia, por su carácter rural y nostálgico, tal como lo dijeron los escritores de la Generación Nós. Para mí son ciudades mágicas, Pontevedra al ser una ciudad pequeña con una particular arquitectura, y Ourense por su historia y atracción literaria, cuna de grandes escritores de poesía y narrativa. Además, el río Miño me otorga una atmósfera especial para escribir.
¿Visita la ciudad de Ourense continuamente?
Es muy curioso; a pesar de que Ourense y sus calles son una pieza clave para mi inspiración, es una de las ciudades gallegas que menos conozco. De hecho, cuando fui a recoger el premio al Auditorio tuve que preguntar varias veces para llegar. Sin embargo, destaco la Rúa da Paz, en la que pasearon y vivieron grandes figuras literarias como Xocas y Pedrayo.
¿Cómo se siente al recibir el premio Risco 2007?
Sinceramente, estoy muy feliz y emocionado. La novela Para decir abril no quiso ser publicada por algunas editoriales, supongo que por que mi obra es poco comercial al ser de difícil lectura; por lo mismo, me siento muy afortunado, pues para cual quier escritor su esperanza es saber que su obra va a salir publicada, aunque sea a través de un concurso.
¿Cuál es la temática de esta novela?
Logré meterme por completo en el papel de la protagonista de mi novela, una mujer lesbiana de 29 años, hija de un pederasta. Trato de reivindicar su homosexualidad, y luchar contra el machismo pedante de la sociedad, pues parece que admitimos más la homosexualidad varonil que la de la mujer.
Los integrantes del jurado pensaron que su obra había sido elaborada por una escritora ¿Cómo logró colarse en el lesbianismo erótico?
Sinceramente no lo sé, cuando empiezas a escribir una novela las ideas surgen por sí mismas, es increíble pero la historia tira de tí y puede contigo, te sigue y te persigue, no sé qué era lo que me dictaba al escribir, quizás una nube.
¿Cómo observa el panorama literario en Galicia?
En el tema de la educación falta mucho por hacer, yo he sido profesor y recuerdo que en las clases de gallego la materia más complicada era la de literatura. Justo ese debe ser nuestro reto, debenos iluminar a los jóvenes de entre 14 a 18 años con la belleza y la magia de la literatura gallega.
¿Cómo empezó a escribir?
Soy hijo único y cuando nací mis padres eran mayores. Crecí en el mundo rural, en un ambiente de soledad, supongo que la escritura fue una forma de autodefensa donde la imaginación y el surrealismo me inspiraron. Después, a finales de la década de los cincuenta, entré a trabajar a la Radio Nacional de España y mandaba crónicas de Galicia con un toque pintoresco.
Es la segunda ocasión en que recibe un premio en Ourense, la primera vez en 1989, ¿qué diferencias observa?
Veo muchas diferencias en cuanto al modo de escribir y a la diversidad de oferta cultural, pero no cabe duda de que el talento literario sigue entre los ourensanos. Algo que siempre destaco es que Ourense y Pontevedra son el referente de las penas de Galicia, por su carácter rural y nostálgico, tal como lo dijeron los escritores de la Generación Nós. Para mí son ciudades mágicas, Pontevedra al ser una ciudad pequeña con una particular arquitectura, y Ourense por su historia y atracción literaria, cuna de grandes escritores de poesía y narrativa. Además, el río Miño me otorga una atmósfera especial para escribir.
¿Visita la ciudad de Ourense continuamente?
Es muy curioso; a pesar de que Ourense y sus calles son una pieza clave para mi inspiración, es una de las ciudades gallegas que menos conozco. De hecho, cuando fui a recoger el premio al Auditorio tuve que preguntar varias veces para llegar. Sin embargo, destaco la Rúa da Paz, en la que pasearon y vivieron grandes figuras literarias como Xocas y Pedrayo.
¿Cómo se siente al recibir el premio Risco 2007?
Sinceramente, estoy muy feliz y emocionado. La novela Para decir abril no quiso ser publicada por algunas editoriales, supongo que por que mi obra es poco comercial al ser de difícil lectura; por lo mismo, me siento muy afortunado, pues para cual quier escritor su esperanza es saber que su obra va a salir publicada, aunque sea a través de un concurso.
¿Cuál es la temática de esta novela?
Logré meterme por completo en el papel de la protagonista de mi novela, una mujer lesbiana de 29 años, hija de un pederasta. Trato de reivindicar su homosexualidad, y luchar contra el machismo pedante de la sociedad, pues parece que admitimos más la homosexualidad varonil que la de la mujer.
Los integrantes del jurado pensaron que su obra había sido elaborada por una escritora ¿Cómo logró colarse en el lesbianismo erótico?
Sinceramente no lo sé, cuando empiezas a escribir una novela las ideas surgen por sí mismas, es increíble pero la historia tira de tí y puede contigo, te sigue y te persigue, no sé qué era lo que me dictaba al escribir, quizás una nube.
¿Cómo observa el panorama literario en Galicia?
En el tema de la educación falta mucho por hacer, yo he sido profesor y recuerdo que en las clases de gallego la materia más complicada era la de literatura. Justo ese debe ser nuestro reto, debenos iluminar a los jóvenes de entre 14 a 18 años con la belleza y la magia de la literatura gallega.
¿Cómo empezó a escribir?
Soy hijo único y cuando nací mis padres eran mayores. Crecí en el mundo rural, en un ambiente de soledad, supongo que la escritura fue una forma de autodefensa donde la imaginación y el surrealismo me inspiraron. Después, a finales de la década de los cincuenta, entré a trabajar a la Radio Nacional de España y mandaba crónicas de Galicia con un toque pintoresco.
