El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, afirmó ayer en Vigo que la Xunta de Galicia pedirá esta semana a Sanidad que se reduzca de 7 a 5 días la cuarentena de los positivos por covid-19, siempre que se tenga un test negativo, que valdría de autodiagnóstico, para poder terminar la misma.
Comesaña explicó que la Xunta hizo la semana pasada una propuesta a la Comisión de Salud Pública con esta petición, que “confía” que se pueda abordar en la reunión de esta semana. Según su criterio, habría que establecer “las herramientas que fuesen necesarias”, como la necesidad de una prueba PCR o de antígenos negativa. “El volumen de casos que tenemos es suficiente para plantear un abordaje diferente”, aseveró.
Indicó que una prueba de autodiagnóstico sería suficiente para recibir el alta médica, pese a que recordó que estos test tienen una fiabilidad muy alta cuando dan positivo, pero no tan alta cuando dan negativo. “Habría que analizar las condiciones”, añadió.
El titular de Sanidade también celebró el fin del uso de las mascarillas en el exterior, quedando dos excepciones, los eventos multitudinarios en los que se pueda estar de pie y los eventos multitudinarios sentados donde no se pueda respetar el 1,5 metros de distancia de seguridad.
Asimismo, abordó la incorporación de médicos como técnicos de salud en los centros de atención primaria para abordar la “sobredemanda” que registran en este ámbito. Según las previsiones de Sanidade, se baraja que antes del 15 de febrero ya puedan estar incorporados. En la actualidad se están procesando las solicitudes, ya que el plazo para presentar las candidaturas ya cerró.
“Estos médicos se incorporarían haciendo funciones similares a las que realizan los 86 jubilados que tenemos ahora para echar una mano a los médicos de primaria sobre todo en los trámites administrativos, que son sanitarios pero relacionados sobre todo con las bajas, las peticiones de pruebas o el seguimiento de los casos en los domicilios”, explicó.
La situación sanitaria obligó a la incorporación de nuevos efectivos sanitarios, además de algunos ya jubilados que volvieron a la actividad para ayudar en el peor momento de la sexta ola
