El OUFF ha inaugurado dos exposiciones previas a la gala de apertura. Esta novedosa acción ante quem, desarrollada por el coordinador artístico Miguel Anxo Fernández y su equipo, supone un continuum de “Retrato maior do noso cine” del gran Xulio Gil, el pasado año, y a la vez el desarrollo de una línea estratégica que amplía la oferta cultural del OUrense Film Festival alrededor del cine.
La primera de las muestras, en el mismo espacio que aquella, el hall del Centro Cultural de la Diputación, es precisamente de fotografía: Zoe Sala las hizo desde el rodaje de "Elisa y Marcela", dirigida por su madre, Isabel Coixet. Son instantes de la puesta en escena ideada por ella, aprovechando las pausas en el diario de trabajo para esta muestra, su primera individual.
Desde el guión basado en 'Elisa y Marcela: amigas y amantes', del catedrático en la Universidad de A Coruña Narciso de Gabriel, que desarrolla su historia de amor que culmina con su boda en A Coruña en 1901, se rodó el pasado año en Moldes y Pazos de Arenteiro, Boborás, y en otro escenario de la geografía ourensana, caso del claustro bajo reglar del antiguo monasterio de Celanova, hoy espacio municipal.
Con sabor a las cinematográficas foto-fijas, la exposición en B/N, al igual que la película rodada, refuerza con su cámara desde el estático hablar de la copia sobre papel la dinámica fílmica que intenta recrear los tiempos de aquellas profesoras, que acabaron por marcharse a Argentina.
La “Memoria erótica” de Velo
Xurxo Oro Claro, reconocido artista plástico ourensano, escultor y a veces grabador, ha realizado para la Fundación Carlos Velo la ilustración de “Memoria erótica”, libro a punto de ser presentado. El artista ha partido de la edición de 1998 publicado en O fardel da memoria de A Nosa Terra, edición de Gustavo Luca de Tena e introducción de Miguel Anxo Fernández, ilustrado con antiguas fotografías eróticas de Carlos Velo Cobelas, el gran cineasta y guionista.
En ellos, vuelca los recuerdos de un tiempo en Cartelle, donde nació en 1909, y Ourense principalmente, relatos de adolescencia y juventud. Carlos es el protagonista, aunque dos de sus amigos, Xoan Monteiro y Xurxo Lourenzo de Lobeira, aparecen en sus confidencias. Oro se sumergió en la lectura de este texto unos meses, absorbido y estimulado por el reto, para comenzar a plasmar en imágenes con sus manos y uñas, sobre cartón pluma, los ocho relatos escritos en Méjico D.F, donde falleció en 1988, país que le había acogido tras la guerra civil.
El resultado se muestra ahora, por unos días, en la sala baja de la Galería Visol, en un formato reconocible al acercarnos, como corresponde, son explícitos y subjetivos, caso de las criadillas de cerdo en la parrilla, o la orina vertida directamente en la vinificación por los pisadores de uva; mas en otras ocasiones un detalle como el escorpión, las vías del tren o la libra de chocolate, de las que hacía en Celanova su tío Lino, son afortunadas sinécdoques visuales de unas vivencias escritas antes de 1985.
