CONCELLO DE OURENSE

Yo, niño, tomo la palabra

Pleno sin reproches. Sin grupo de gobierno ni oposición. Sin papeles que tirarle a la cara a los demás. La bendita inocencia de los niños de diez y once años. Hablan de educación. Pero también de derechos y salud.

El salón de plenos del Concello fue tomado ayer por escolares de quinto y sexto de Primaria de los colegios As Mercedes y Padre Feijóo. Frente a ellos, el alcalde, Jesús Vazquez, escoltado por las concejalas Belén Iglesias y Sofía Godoy y por Myriam Garabito, presidenta de Unicef Galicia. Sobre la mesa, los derechos de los niños en el Día Universal de la Infancia.

"Los niños mandan", asegura la presidenta de Unicef, que destaca la relación entre medio ambiente y derechos de la infancia. Habla del cambio climático, que tilda injusto para los niños, "que lo sufrirán". Subraya Garabito la importancia de la vigesimoctava Convención de los Derechos del Niño, destinada a promover y protegerlos. "194 países ratificaron el tratado", precisa, antes de soltar la bomba: "Cada cinco segundos muere un niño por una causa perfectamente evitable". Y termina: "El sueño de Unicef sería desaparecer, querría decir que ningún niño nos necesita".

Los escolares andan inquietos, quieren ser ellos los que hablen. Aún falta un pelín para que llegue su momento, el que emplea el alcalde para detallar que "España es un país que garantiza los derechos de los niños, día a día nos llegan de otros países. Es nuestra obligación darles una vida mejor. Y vosotros (los niños) tenéis que ser una parte activa en esa integración".

Públicos y concertados

Ahora sí. Estela y Xoel ponen sobre la mesa el derecho a la educación. Más bien Estela, una niña pizpireta que se nota se ha preparado la intervención. No se corta: "Debería haber más colegios públicos y menos concertados", asegura. El alcalde la frena: "La educación concertada empezó en 1986. Y empezó porque no había plazas para todos en la escuela pública. Cumple un papel muy importante".

Cambio de tercio, una niña, Giba, se interesa por el derecho a la salud, el acceso a medicinas y hospitales para todos. Pero también por el derecho a opinar, a difundir ideas. "No nos mandéis callar", espeta.

Las filas más cercanas a la presidencia monopolizan las preguntas, estas encorsetadas, la primera, si es lo mismo la educación en casa que en el colegio. "En el colegio se aprende pero sobre todo se convive", remarca Myriam.

La segunda, ¿qué pasa si a un niño se le excluye de los juegos? Ahí le han dado al alcalde, deseoso de contar una pequeña fábula. "Ayer mismo (por el domingo) había un señor pidiendo a la puerta de una iglesia. Un niño quería darle una limosna y le pidió dinero a a sus padres. Pero sólo tenían 20 céntimos. El niño se los dio y le comió a besos la cabeza al hombre, que se llevó más alegría que si le hubiesen dado más monedas. Precioso".

La tercera, ¿deben ser diferentes los juegos de niños y niñas? "No hay juegos para hombres y juegos para mujeres, son tabúes, clichés. Os aseguro que para mí, el mejor juguete es un libro", responde el alcalde. "Lo importante es la libertad", ahonda Myriam.

Los pequeños se interesan por la salud, qué hace el Concello para prevenir enfermedades o qué se puede hacer desde Ourense para mejorar la salud de los países menos desarrollados. Su opinión, tenerla en cuenta en las cosas que les afectan, un blog o una revista para ellos. "En la web del Concello hay un buzón para la infancia, un blog para que los niños puedan escribir", asevera un técnico municipal.

Hora y media de encuentro cuando aparecen las preguntas más informales. Ares se preocupa por si son necesarios los deberes o si el juego mejora el rendimiento escolar. Se inquiere también porqué se le prohíbe el alcohol a los menores y no a los mayores.

Al alcalde le meten prisa, él está cómodo y sigue repartiendo juego. Ojo, hay una boda, esto tiene que acabar aquí. "La educación es un pilar fundamental para ser libres", remacha Garabito. Ah, faltaba la foto de familia. Ya la tienen. 

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