Joaquín Apolinario no presume de conocimientos ni de experiencias, pero merece mucho la pena sentarse a escucharlo hablar de lo que más le gusta: la pesca.
Desde el primer minuto deja clara su firme convicción en la pesca conservacionista: "Quiero combatir a los que creen que la caña no hace daño, a los que creen que solo hacen daño la contaminación, las presas hidroeléctricas o el abandono de los ríos. Claro que hace daño sacar truchas de los ríos".
Convence con su discurso, aunque al otro lado de la mesa haya que reconocer que no tiene oposición, más bien dispara a puerta vacía. Desde la sección que se dispone a estrenar en la web del diario La Región (+Pesca) invitará a reflexionar sobre este deporte, pero sobre a todo a iniciarse o a mejorar en él. Es voz más que autorizada para ello: "He pescado en los mejor lugares del mundo. La pesca es mi pasión". Y ahí deja muy claro e insiste en que "no soy una persona rica, lo que soy es muy aficionado a la pesca". Y vuelve a insistir y a avanzar por donde irá el temario de su sección: "No quiero una pesca para ricos, quiero una pesca para todos".
Tiene la suerte de compartir pasión con su mujer y en su zurrón almacena experiencia y anécdotas que seguro engancharán a los que se dejen caer por la sección.
Su historia empezó desde pequeño, que no bajito: "Era bastante alto y me gustaba mucho hacer deporte, varios deportes. Me gustaba mucho el balonmano y empecé a jugar en Madrid". No le gustaba lo suficiente. Lo dejó porque los partidos eran los domingos y ese era el día que tenía para tirar la caña (al río).
Amor a primera vista que tratará de desarrollar en alguno de los nueve primeros capítulo de esta aventura que inicia como "contador" de historias: "Ayudar a los pescadores a entender mejor qué es este deporte y a los más jóvenes a empezar con ideas muy claras". Su nivel le permitirá responder también a los más exigentes: "Cuando llevas muchos años en esto y te gusta de verdad entiendes que es como una pirámide en la que puedes seguir creciendo constantemente". Especialmente en la modalidad que más le gusta, la pesca a mosca: "En esa pirámide la mosca es la última evolución. Te permite acabar la temporada y seguir montando moscas. Tienes una casa con jardín y te encanta cuidarlo y que esté siempre perfecto, pero de repente descubres y al fondo hay una nueva puerta y que al abrirla llegas a un bosque enorme con todo por descubrir".
Él se presta voluntario para "meter" en vena ese vicio por la pesca a mosca. A dirigir cursillos e impulsar proyectos.
Presumirá con algunas referencias internacionales de este deporte, como el herculino David Arcai, pero también deja claro que "en Ourense tenemos a deportistas muy importantes dentro de la competición y debemos conocerlos".
La pesca, escuchando a Joaquín Apoliniario tiende a infinito: "Quizá sea el deporte que más presencia tiene en la literatura. La gente conocerá el libro de Hemingway 'El viejo y el mar', pero hay manuscritos de 1600 en Francia e Inglaterra que ya hablan de pesca. Está el Manuscrito de Astorga, que daba recetas de como debían ser las mosca por entonces".
Historias de un deporte que, sobre cualquier otra cosa, invita a conservar: "La pesca sin muerte es imparable. Desde hace años tenemos una línea descendente en la pesca en todos los sentidos y escalas que valoremos. Por eso es imparable, para poder mantenerla".
"Aquí el furtivo es un héroe"
Las cifras que refleja la pesca en participación, capturas y cualquier otro parámetro "van en línea descendente todos los años". Lo dice Joaquín Apolinario, que tratará de ayudar a erradicar uno de los peores enemigos que tiene este deporte: "El pescador furtivo". Apolinario asegura que "aquí, en Galicia, además es un héroe. Entras en las redes sociales y están llenas de furtivos que presumen de sus capturas y, aún peor, de otros que les aplauden y los animan a presumir de ello".
