La falta de excedentes en construcción reciente en la ciudad y la crisis consolidan un cambio de tendencia en el sector
La venta de viviendas en Ourense no presenta síntomas de repunte a corto plazo. Es más, desde hace meses ya se hacen más operaciones de viviendas usadas que nuevas. Así se desprende de los últimos datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos al mes de julio, pero también del análisis sobre las cifras divulgadas desde enero. Coinciden, en líneas generales, con las estimaciones de algunos profesionales del sector inmobiliario ourensano.
Desde principios de año se transfirieron en la provincia 668 viviendas, de las que algo más de la mitad son de segunda mano (362), mientras que la cifra de dotaciones nuevas se queda en 306. Pero esa circunstancia ya se constataba el pasado año, al menos desde enero a julio, con 435 viviendas nuevas vendidas en Ourense y 456 de segunda mano, según el INE.
"Por supuesto que se venden más propiedades usadas que nuevas y eso viene sucediendo así desde hace muchos meses", sostiene Luis Gómez Muñiz, gerente de la inmobiliaria Aracil. Las razones de ese cambio de tendencia están, según este profesional, en que "no hay excedentes de vivienda nueva a la venta en Ourense". La misma tesis sostienen otros responsables de oficinas inmobiliarias de la ciudad.
En lo que va de año solamente en marzo las ventas de vivienda nueva superaron a las de segunda mano, con una diferencia de 69 a 64, respectivamente. En julio se produjo un empate, con 37 transacciones en ambos supuestos. Luis Gómez Muñiz adelanta que la situación "va a seguir así durante los próximos meses porque llevamos tres años sin una grúa". Es más, cita de memoria que únicamente hay dos edificios en construcción en el centro de la ciudad, "uno en Progreso y otro en el parque de San Lázaro".
Tampoco han mejorado las ventas en julio de este año con respecto al mes anterior, ya que en junio cambiaron de propietario 92 pisos, frente a las 74 de este año, según los datos que ayer dio el INE. Curiosamente, el número de viviendas vendidas en julio de este año es el mismo que el del mismo mes del 2013.
SIGUE LA CAÍDA
El mercado inmobiliario ourensano no da síntomas de mejoría, al menos según las cifras oficiales. El descenso de operaciones realizadas de enero a julio de este año en relación a la misma fecha del año anterior es de un 25%, lo que aleja la inmediatez de una eventual recuperación en el sector. "De aquí a final de año puede haber un repunte, pero sobre todo porque en el 2015 se prevén cambios fiscales que van a gravar más la compra", sostiene un agente inmobiliario que, de todos modos, cree que la reactivación del sector "será lenta".
Luis Gómez Muñiz, gerente de la agencia Aracil, aventura que la situación "puede ir a mejor" a medio plazo y detecta que hay "más llamadas" y los eventuales clientes muestran más interés por hacer una operación, aunque no la formalicen, según Gómez Muñiz. En todo caso, reconoce que "la tónica de venta del verano en Ourense ha sido como los meses anteriores, bastante floja".
