El Samaín está a la vuelta de la esquina, y son muchos los que buscan planes para la noche más horrenda del año. Los amantes de la repostería buscan recetas para preparar postres de miedo con los que endulzar el equinoccio de otoño.
Nosotros proponemos un tipo de galleta delicioso que, además de estar de muerte, es ideal para cocinar con la ayuda de los más pequeños de la casa: los dedos de bruja. Pareciera que están arrancados de una mismísima meiga, pero su preparación es muy sencilla y encantará a toda la familia.
Cómo hacer los dedos de bruja para Samaín
Ingredientes para aproximadamente 15-25 dedos:
1 huevo
1 yema de huevo
50 gramos de azúcar glas
100 gramos de azúcar blanco
1 cucharada pequeña de extracto de vainilla
300 gramos de harina
100 gramos de mantequilla (vale margarina)
20 almendras
Mermelada de fresa
1 pizca de sal
Preparación de los dedos de bruja
Primeramente juntaremos el azúcar glas con la mantequilla o margarina. Estas últimas debemos derretirlas, especialmente la mantequilla. Se puede hacer incluso en el microondas tratando de que no hierva. La unión entre azúcar glas y mantequilla la haremos batiendo ambos ingredientes.
En un bol mezclaremos un huevo con la yema de otro huevo. Incorporaremos el huevo, junto al azúcar normal, a la mantequilla sin dejar de batirla.
Entonces echaremos la harina. La masa se irá espesando, llegando un momento en el que puede que incluso sea necesario usar las manos para tratarla. Antes de que esto suceda deberemos haber añadido la vainilla.
Si se han llevado a cabo correctamente estos pasos, el resultado será una masa homogénea con la que podremos hacer una pelota. Esta masa se irá a la nevera durante, aproximadamente, media hora.
Pasado este lapso de tiempo sacaremos la masa nuevamente, ya que ha llegado el momento de moldear este espeluznante dulce. Formaremos churros con la masa, que iremos seccionando en porciones. Estos serán los dedos, que podremos decorar con un nivel de detalle al gusto; más arrugas, menos... Depende del arte de cada uno. Lo que sí está claro es que deberá parecerse a un dedo.
Cogeremos las almendras y mojaremos una de sus caras en mermelada, siempre por la parte ancha, que será la base de nuestra peculiar uña. La uniremos con cada dedo con presión moderada, procurando que la mermelada desborde por los lados a modo de sangre. Lo ideal es pintar el otro lado del dedo también con mermelada, para que aparente que ha sido arrancado de una mismísima meiga.
Una vez completada la parte más artística de la receta, los dedos se van a ir al horno durante unos 15 minutos a 180º. La clave está en ir comprobando su color, y en cuanto veamos que se van dorando sacarlos y dejarlos enfriar. Sobra decir que deberemos colocar los dedos sobre papel de horno para que no se peguen.
Si se han seguido bien los pasos, los dedos deberán presentar un aspecto horroroso y dará miedo comerlos... Pero estarán riquísimos. Un postre ideal para celebrar la noche más terrorífica del año, el Samaín, que seguramente le encantará también a los más pequeños de la casa.
