En este cambio de temperaturas, el gazpacho ya no es la única opción de degustar una receta fresca, nutritiva y rica. La fusión de dulce, salado y picante con la calabaza, el queso y el jengibre, realzarán y alimentarán nuestra alma sorbo a sorbo. Si el tiempo torna en lluvioso y fresco, con un golpe de microondas bastará para adaptarlo a nuestro día.
Ingredientes
- 1 cebolla
- ½ calabaza
- 2-3 patatas medianas
- 1 nuez de jengibre fresco
- 1 litro de caldo de pollo/vegetal/agua
- 200 gr de queso crema
- AOVE
- Cebollino
Elaboración
Pelamos y picamos finamente el jengibre, echándolo en una cazuela a fuego medio-alto con dos cucharadas de AOVE. Cuando torne en dorado, añadimos la cebolla picada grosso modo. Doramos de nuevo suavemente y añadimos la calabaza pelada y troceada, removiendo y cocinando el conjunto durante 4-5 minutos. Añadimos el caldo o agua y las patatas peladas y troceadas. Tapamos, cocemos durante 20 minutos y cuando termine el tiempo, dejamos reposar 5 minutos.
Trituramos finamente, corregimos de sal y añadimos agua para buscar la densidad deseada y que tienda a una sopa liquida más que a una crema. Enfriamos en nevera durante al menos 3 horas y cuando llegue el momento de servir, añadimos en el centro del cuenco una cucharada colmada de queso y un poco de cebollino picado.
