- Incluye diariamente alimentos de todos los grupos: carnes, cereales, frutas y hortalizas, lácteos.
- Ofrece una dieta variada, con texturas, colores y prácticas culinarias que estimulen el apetito del niño/a.
- Comer de todo y no abusar de nada.
- Limita el consumo de “calorías vacías” (golosinas, dulces, refrescos, etc).
- Los alimentos no son un premio o castigo.
- Limita el consumo de bebidas refrescantes azucaradas y batidos lácteos comerciales.
- Cuando no les guste algún alimento esencial, mézclalo con otros alimentos o recetas bien aceptadas, o condiméntalo para mejorar su sabor.
- Cuida la presentación de los platos y la mesa para que las comidas sean una grata experiencia.
- Evita el exceso de sal, salazones y conservas.
- Usa la fritura de forma moderada, con un buen control del tiempo, temperatura y escurrido.