SALUD

Andar ayuda a prevenir la pérdida de memoria

Una pareja pasea por un parque.
photo_camera Una pareja pasea por un parque.
"Andar no es solo una forma de llegar a un lugar, sino de mejorar la memoria", asegura el Nobel de Medicina Eric R. Kandel

El premio Nobel de Medicina Eric R. Kandel asegura que andar previene, entre otras cuestiones, la pérdida de memoria. Así lo comentó durante una reciente conferencia en Madrid, donde habló también sobre cómo se identificaron los diferentes sistemas de memoria en el cerebro humano y cómo se demostró que estaban involucrados en dos formas principales de almacenamiento de memoria neural: la memoria simple para habilidades perceptivas y motoras y la memoria compleja para hechos y eventos. Además, ha ayudado a entender cómo la memoria a largo plazo se refleja en el crecimiento de nuevas conexiones sinápticas.

Allí, el experto ha aprovechado para ilustrar también cómo las percepciones sobre el almacenamiento de memoria nos permiten entender las dos formas principales de pérdida de memoria relacionada con la edad, recordando la "increíble plasticidad" que tiene el cerebro y lo importante que es el trabajo para mantenerlo, puesto que "si no se utiliza se pierde".

Respecto a las recomendaciones para prevenir y tratar la pérdida de memoria destaca especialmente el caminar, por ser un ejercicio clave para incrementar la liberación de osteocalcina, ya que actúa sobre el cerebro de manera directa. "Andar no es solo una forma de llegar a un lugar, sino de mejorar la memoria", asegura Kandel, para quién "un cuerpo en movimiento, ayuda a mantener una mente activa y también en movimiento", ha dicho. Asimismo, subraya la importancia de mantener una dieta baja en grasa animal; controlar la tensión y diabetes; asumir nuevos retos y tareas que aprender, independientemente de la edad; y tener actividad social.


Retrasar el envejecimiento


Por su parte, el bioquímico Juan Carlos Izpisúa Belmonte insiste en que si se logra retrasar el envejecimiento se podrá dejar de tratar enfermedad por enfermedad. Explica que se conoce "muy poco" sobre el comportamiento de los genes implicados en el envejecimiento, sin embargo se sabe más sobre el epigenoma, todas aquellas marcas químicas que se van añadiendo a ADN a medida que se va creciendo.

"Y conocemos que el epigenoma interactúa con el medio ambiente. El genoma de hace cien años, el de nuestros abuelos, es idéntico, pero no el epigenoma. Por lo tanto, entender cómo cambia mientras envejecemos podría significar el tratamiento de muchas enfermedades. A pesar de que los modelos animales nos han llevado a avances, necesitamos añadir modelos de experimentación más cercanos al ser humano", dijo.

Te puede interesar