¿Te suena este término? Está sonando mucho últimamente y se trata de un método para organizar y optimizar recursos a la hora de cocinar.
La propuesta de este método consiste en cocinar en unas horas elaboraciones para prácticamente toda la semana, de esta forma podremos dejar planificada la semana y evitar cocinar cada día (lo han bautizado con este anglicismo pero no es algo que no les suene a madres y abuelas que lo han practicado siempre sin haberle llamado de ninguna forma…).
Con este ritmo de vida en el que nos invade la constante sensación (o realidad) de no tener apenas tiempo junto con el mayor interés por cuidar la alimentación, este método puede ser un gran aliado.
Pasos a seguir
- Planear ideas de recetas que queremos preparar (que puedan conservarse adecuadamente en la nevera).
- Hacer la compra en base a las ideas planeadas.
- Elegir un día de la semana (se habla mucho de los domingos pero quizás haya quien prefiera el lunes, jueves o sábado…) y destinar un par de horas a cocinar aprovechando los recursos de la cocina y de los alimentos, por ejemplo: En el horno poner en una fuente patatas y pollo y en otra fuente varias hortalizas como pimientos, berenjena… y asar todo. Mientras cocinas en una olla una crema de verduras, en otra un guiso y en una sartén preparar una boloñesa o salteado de gambas.
En frío también podemos hacer cosas como: pelar y trocear alimentos para tenerlos listos (pimiento, cebolla, fruta tipo piña…), ensaladas, etc.
Es importante hacerse con unos buenos tuppers (preferiblemente de cristal) y guardar todo de manera adecuada para así llegar cada día y alegrarte teniendo la comida lista o como mucho tener que cocinar un pescado a la plancha y lo demás estar ¡ya preparado!
