Vida OurenSana

El código de los huevos, qué significa y cómo se lee

undefined
photo_camera Huevos.

No sé cuántas entrevistas he visto a cocineros de renombre en las que le preguntaban qué era lo que se cocinaban al llegar a sus respectivas casas. Y en un porcentaje muy grande, todos decían: ¡Pues un par de huevos y listo!. Y aunque yo sea la excepción que rompa la estadística, pocas cosas se pueden hacer en la cocina que sean tan rápidas y que den tanta satisfacción.

Hay que tener en cuenta que después de cocinar muchas horas, escaldarte los dedos y casi engordar la boloñesa con la punta de uno de ellos por esos grandes y cortantes escalpelos, si fuera para mí, no me complicaría mucho para saciar mis necesidades nutricionales. Lo que me incentiva, es hacerlo para mi familia, y ahí puedo decir que ya puedo estar con la batería al 2%, que, si tengo que complicarme, lo hago.

Pero debemos tener cuidado con todos los huevos que consumamos. Pueden estar contaminados con Salmonela y otros patógenos (ya hemos hablado de estas bacterias en OurenSanos), y debemos extremar las medidas de higiene.

Pero ahora, el tema que nos atañe es el del código que viene impreso en los huevos que adquirimos en las tiendas, los cuales nos hablan del sistema de producción, el país, la provincia, el municipio y la granja de origen. Todo un “número de identidad” ¿no?.

¿Cómo leer el código de los huevos?

El primer dígito es un número que va del cero a tres.

  • El tres indica que es una gallina criada en jaulas.
  • Si lleva un dos es una gallina de granja, pero criada en suelo.
  • El uno nos indica que es una gallina campera, la cual vive suelta y complementan su alimentación.
  • El cero, es una gallina que es de producción ecológica, la cual está libre y solo se ha alimentado con productos naturales.

Cuando continuamos en el código, vienen dos letras que indican el país de procedencia, y los cinco siguientes dígitos que van a continuación de las letras, designan a la provincia (los dos primeros) y al municipio (los tres siguientes). Para terminar, están los últimos dígitos que hacen referencia a la granja.

Tenemos que elegir el tipo de huevo que queremos consumir

Los camperos y ecológicos son más caros, pero sabemos, que además de una alimentación natural, son gallinas con mayor bienestar animal que el que tienen las gallinas criadas duramente en jaulas. Yo lo tengo claro.

Después de elegido, y tener como referencia la fecha de caducidad que ofrece, debemos descartar los que están malos o rotos. Para comprobar su frescura, basta con introducir en un vaso de agua cada huevo que vayamos utilizar y según su frescura, quedará total, parcial o nada sumergido en el agua.

Si se sumerge rápidamente y se mantiene en el fondo, es un huevo fresco y apto para su consumo. Si se sumerge más lentamente o queda semi sumergido, sabemos que su caducidad está muy cerca. Si por lo contrario el huevo flota en la superficie, sabemos con seguridad que es un huevo en mal estado y debemos descartar su consumo.

Te puede interesar