Nutrición

¿Cómo detectar que el ayuno intermitente se convierte en un problema alimentario?

El ayuno intermitente puede desencadenar trastornos alimentarios

El ayuno intermitente puede ser un potencial desencadenante de algunos Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), sobre todo en personas con baja autoestima, según advierte la psicóloga de la Unidad de TCA en Instituto Centta, Adriana Esteban, ya que "el principal desencadenante de un TCA es el comienzo de una dieta restrictiva con una motivación estética".

Esta dieta, unida a la baja autoestima y a otros factores como el perfeccionismo, la inseguridad, la baja tolerancia a la frustración o la impulsividad "genera el caldo de cultivo apropiado para que se manifieste la patología", ha añadido la experta.

Estas son algunas razones que pueden llevar a una persona que hace ayuno a desarrollar un TCA.

Rigidez extrema del plan de ayuno

El primer indicador es una rigidez cognitiva extrema en la estructura del plan de ayuno, que puede llevar a la búsqueda de sensaciones extremas de vacío, ampliando cada vez más los tiempos de restricción. La persona, ante la negación de las sensaciones propias del apetito, experimenta un placer que la lleva a no querer saciar su hambre.

Obsesión con la comida

Asimismo, aparecen obsesiones por la comida producidas por la fisiología del organismo, que activa el mecanismo de supervivencia cuyo mensaje es "busca comida". La persona no puede dejar de pensar en comida y buscar información nutricional sobre determinados alimentos, contar calorías, hacer mediciones de experto y la lista de alimentos prohibidos comienza a extenderse.

Obsesión con el cuerpo

También se dan obsesiones por el cuerpo, al percibir cambios físicos que potencian la necesidad de continuar hacia conductas cada vez más autodestructivas. En casos graves, muchas personas evitan los espejos, usan la báscula de forma compulsiva o, por el contrario, la rechazan. Se comparan continuamente, se autoperciben de forma muy negativa y rechazan múltiples partes de su cuerpo. El miedo a engordar suele tener el gran poder de controlar la vida del individuo.

"Por estas razones, el ayuno no está recomendado para personas con inseguridad y baja autoestima, insatisfacción corporal, obsesión por el peso y la figura, rechazo hacia el propio cuerpo y/o miedo a engordar, principalmente", asegura la psicóloga.
 

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