Una salsa de tomate puede resultar algo indigesta en personas que puedan tener algún problema digestivo como: acidez, reflujo, sobre-crecimiento bacteriano, etc; y también puede sentarnos mal algo si hemos comido muy rápido, apenas masticamos, etc. Lo que os queremos dar son ideas de alternativas para poder hacer salsas ricas para vuestras recetas y también, consejos para que, en general, la comida nos siente mejor. Sustituir ajo por jengibre. Se pela y se pica finito como el ajo y da un sabor muy interesante, además de aprovechar sus beneficios para la salud. Cebolla por endivia. Es un vegetal que se suele consumir en crudo pero que sorprende mucho al cocinarse, pícala y saltéala, verás qué sorpresa. Tomate por calabaza o zanahoria.
Estas alternativas le darán consistencia a la salsa y un toque dulce. Cocer los alimentos y triturar en vez de cocinar con aceite. Al freírlos en aceite, esto puede sentar mas pesado, en cambio, si cueces los ingredientes de la salsa y luego trituras añadiendo un chorrito de aceite en crudo, puede sentar mejor. Comer despacio y poca cantidad. Comer con tranquilidad, masticar bien y saborear, permite que la digestión se haga adecuadamente, sin tantas fermentaciones y gases y también permite sentir la saciedad para así gestionar mejor la cantidad de comida. Valorar el motivo por el que repite para así saber bien el origen y dar con la solución adecuada. Esto es fundamental, estar con malestar, indigestión… con frecuencia, no es lo normal, es bueno identificar la causa.