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¿Cómo podemos desinfectar correctamente los alimentos?

La conservación de los alimentos y su correcta higiene y desinfección es clave para evitar problemas de salud

Después de la compra, los alimentos deben conservarse adecuadamente, no sólo para preservar sus propiedades nutritivas sino para mantener las características higiénico-sanitarias y evitar problemas de salud.

Para conservar estas buenas condiciones se debe mantener una directriz de higiene en la cocina, limpiando y desinfectando correctamente los alimentos.

En este sentido es prioritario desinfectar a conciencia, especialmente los productos frescos como hortalizas, verduras y frutas, que se van a comer crudas, por ejemplo, en forma de ensaladas. En estas recetas no hay un tratamiento de calor previo, como la cocción, que elimine los microorganismos peligrosos, por lo que es fundamental una limpieza correcta.

¿Cuáles son los pasos para limpiar y desinfectar correctamente estos alimentos?

1. Primeramente eliminar las partes sucias, descoloridas o en mal estado, al tiempo que lavamos con un chorro de agua fuerte. Si la textura de la hortaliza lo permite podemos frotar entre sí las hojas, incluso podemos cepillar suavemente la piel de frutas o tomates para quitar restos de tierra o cualquier otro material. Yo recomiendo lavar y desinfectar las frutas y hortalizas enteras y trocearlas posteriormente.

2. A continuación colocamos las hortalizas a remojo en una solución desinfectante. Podemos utilizar preparados comerciales específicos o bien hacer nuestra propia solución desinfectante mezclando lejía y agua. Es importante emplear lejía de uso alimentario o lejía para desinfectar agua de bebida, ya que algunas lejías disponibles comercialmente para uso en el hogar contienen fragancias, espesantes u otros aditivos no están aprobados para su uso en alimentos. La mezcla se hace en una proporción de 1/2 cucharadita de lejía en litro y medio de agua limpia (20-25ºC de temperatura). Incorporamos las hortalizas y las frutas en esta solución y dejamos en remojo durante cinco minutos removiendo un poco, luego retiramos y aclaramos con abundante agua debajo del grifo.

3. Una vez desinfectadas las verduras, es importante evitar la contaminación cruzada, cuidando de que todos los utensilios (cuchillos, tablas, etc.) utilizados para picar, rallar, trocear o mezclar los ingredientes, no se compartan con la preparación de otras recetas (especialmente de carnes crudas) sin antes lavarlos muy bien con agua y jabón.

4. A la par debemos mantener la limpieza de los utensilios y mesados. Para ello podemos emplear igualmente la solución de lejía, impregnada en papel, bayetas o paños de cocina, siempre y cuando tengamos la precaución de que estén limpios y en el caso de las bayetas, con remojos frecuentes de lejía.

Finalmente, no olvides aplicar uno de los consejos más importantes de manipulación y preparación, que es el lavado frecuente de manos. Esta práctica es imprescindible antes de preparar los alimentos y a lo largo de todo el proceso de elaboración.

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