Lo primero es preparar la yuca para según el tipo de cocinado. Le cortamos las puntas y la troceamos en discos al gusto. Apoyamos cada disco en la tabla y con la ayuda de un cuchillo bien afilado le quitamos la piel. Un último paso que realizar, si lo deseamos, sería cortar cada disco a la mitad por el centro, para quitarle el nervio central.
Para cocerla, la introducimos en abundante agua hirviendo con sal y la cocinamos durante 20 min (dependiendo del tamaño de los trozos tardará más o menos). Una vez cocida, podemos aliñarla con algunas especias, AOVE o mantequilla. Como tiene poco sabor, podemos también añadir a guisos de carne, hacer puré con especias frescas añadidas…
Otra opción para cocinarla es la fritura (versión poco saludable). Tenemos dos opciones. La primera es freír los trozos previamente cocidos y secos, y otra es cortarla en bastones medios o finos, para freirla en dos golpes, el primero a fuego medio durante 3-4 min, y el segundo golpe a fuego fuerte durante otros 2-3 minutos.
Al horno mi recomendación es que esté previamente cocida antes de buscar el tostado del horneado. Podemos añadir diferentes ingredientes vegetales y así absorberá sabores cuál patata haría.
Y por último, podemos hacer unas chips cortando la yuca finamente con un cuchillo o mandolina y hacerlas tanto al micro, como en fritura, como en el horno (versión más noble y saludable), y así obtener un snack rico para múltiples ocasiones.