Cuando la leche sienta mal

¿Qué consejos en la dieta ayudan a reducir los malestares digestivos en la intolerancia a la lactosa? María Elena Cabo (Ourense) Cuando el azúcar de la leche conocido como lactosa no se digiere bien, el consejo dietético se enfoca principalmente en la disminución del consumo lácteo, especialmente de leche por su contenido elevado en este azúcar. La lactosa no sólo está contenida en los derivados lácteos, también está en alimentos procesados y como ingrediente en numerosas salsas, postres, y cremas. Nuestro cuerpo necesita la actividad de una enzima conocida como lactasa para descomponer y digerir el azúcar de la leche. Tras la ingesta de los alimentos, si no hay suficiente lactasa en el intestino, se producen molestias digestivas al avanzar la lactosa por el tracto gastrointestinal sin ser reducida en partes más pequeñas. Su paso como tal al intestino grueso, donde es fermentada por las bacterias, desencadena síntomas molestos como gases, náuseas, descomposición y cólicos, entre otros. La relación entre la cantidad de lactosa de la dieta, la cantidad de lactasa en el estómago y las complicaciones digestivas, es directa, por lo que un plan dietético libre de lactosa permite a las personas con este problema, disminuir las molestias o evitar la aparición de los síntomas. Algunas de las pautas dietéticas que ayudan a reducir los síntomas de esta intolerancia alimentaria: 1. Limitar en la dieta, aquellos productos que contienen lactosa. Algunas personas son tolerantes a pequeñas cantidades de lactosa, otras por el contrario, necesitan eliminarla absolutamente de su dieta. 2. Si su caso lo permite, pruebe a comer pequeñas cantidades, 50 gramos de queso curado o semicurado, o un vaso pequeño de leche fermentada o de yogurt por ejemplo. Estos alimentos tienen menos azúcar. 3. Seleccione alimentos “sin” lactosa, enriquecidos con calcio y vitamina D. Es importante mantener el consumo de alimentos ricos en estos nutrientes, las leches sin lactosa fortificadas con calcio, las bebidas de soja, de avena, de arroz, y los quesos a base de soja son buenas opciones. 4. Lea cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y la lista de ingredientes para identificar los productos problema. Algunas palabras orientan sobre el contenido de lactosa, por ejemplo, leche, lactosa, cuajo, cuajada, lactitol, suero, sabor a queso, sólidos de leche con o sin grasa, nata, leche en polvo, etcétera. 5. Siga una dieta saludable, su dietista puede ayudarlo con alternativas dietéticas que aseguren todos los nutrientes que necesita. Envíe sus dudas a: tunutricionista@marisolopez.es