La ortiga muerta o falsa ortiga, científicamente denominada como Lamium maculatum, es conocida también con los nombres de ortiga fétida, ortiga manchada, zapatitos de la Virgen o gallos. Los dos primeros nombres se deben a su similitud con las ortigas, aunque a diferencia de estas sus pelos no son irritantes al tacto. En Galicia, donde se encuentra distribuida por todas las comarcas, se le denomina como chuchamel, chupamel o zugamel, porque las flores, al chuparlas saben a miel, costumbre habitual entre los niños en el mundo rural. Pertenece a la familia de las Lamiáceas. Crece en pastizales, bosques, bordes de caminos y escombreras, generalmente en suelos nitrogenados, húmedos y fértiles. Tiene preferencia por las zonas sombrías, aunque también puede desarrollarse a pleno sol, si los días no son demasiado calurosos. Es resistente al frío y soporta bien las heladas aunque no las sequías.
Etimológicamente, lamium es un vocablo proveniente del griego y significa “boca abierta” en referencia a la forma peculiar de sus flores, las cuales divididas en dos labios separados recuerdan la “boca de un dragón”. De hecho en inglés, esta especie es conocida, entre otros nombres, con el de Purple dragon El epíteto maculatum deriva del latín y alude a las manchas más claras de sus hojas.
Se trata de una planta herbácea, perenne y de porte rastrero. Sus tallos son erectos y cuadrangulares, y con vellosidad. Es hueco en su parte alta y ramificado solamente en la parte basal. Las hojas son opuestas y de forma ovalada, con la base acorazonada, el ápice agudo y el margen serrado. Son de color verde oscuro con manchas blancas o verde plateadas en el centro. También son pilosas y con una marcada nervadura irregular. Las flores presentan las características propias de las plantas de la familia de las labiadas. Son de color púrpura o rosa pálido y tubulares, como una boca abierta. Surgen, en grupos, de las axilas de las hojas superiores. Al ser plantas melíferas son muy apreciadas por las abejas, las mariposas y otros insectos. El fruto es una pequeña nuez de color marrón, a veces verdoso, frecuentemente con puntos blancos. Florece durante toda la primavera y el verano.
El Lamium maculatum no posee propiedades medicinales excepcionales. Fue usada en un tiempo por sus efectos depurativos, expectorantes y como regulador intestinal. En el ámbito gastronómico, aunque regularmente no se usa para la alimentación, la flor se puede comer o paladear ya que tiene un sabor dulce agradable. En tiempos de escasez sus tallos tiernos fueron consumidos a modo de verduras. Las hojas mojadas puestas encima de la carne unas horas antes de cocinarla, la vuelvan más blanda. En algunas zonas se usa como forraje verde o seco, especialmente para la alimentación de los cerdos. Asimismo, poniendo hojas mojadas en la nariz, cuando sangran, a modo de emplasto, detienen la hemorragia. Algunos se lavan los pies con agua de la planta para aliviarlos y facilitar la circulación.
Es una planta muy vigorosa que coloniza rápidamente zonas de exterior debido a que de sus tallos, a medida que se desarrollan, emergen unas raíces aéreas que al tocar la tierra se expanden, pudiendo conformar un manto o tapiz verde de cierta vistosidad. Por este motivo y por el colorido de sus hojas, que varía según las especies, son apreciadas en jardinería como planta ornamental.
En Galicia se han encontrado otras especies del género Lamium, tales como: Lamium amplexicaule, Lamium galeobdolon, Lamium hybridum, Lamium purpureum e incluso, an zonas de montaña, el Lamium album.
