VIVIR mejor
La dietoterapia en la Enfermedad Diverticular
Esta revisión sistemática explora las investigaciones que se han realizado con té verde evaluando su efecto sobre la grasa y el peso en humanos.
Se ha propuesto que el té verde (Camellia sinensis) tiene un efecto en la reducción del peso corporal que está relacionado con su contenido de catequinas, siendo su contenido de galato de epigalocatequin (EGCG) el más abundante, además de ser el compuesto más activo farmacológicamente. Adicionalmente, se ha descrito que el EGCG inhibe la proliferación y diferenciación de las células grasas (adipocitos) en estudios in vitro.
El té verde contiene además cafeína, la cual también ha sido asociada a la disminución y control del peso corporal en humanos, por medio de la estimulación de la termogénesis y la oxidación de las grasas. Esta bebida que se prepara con las hojas de la planta Camellia sinensis, se consume ampliamente en el mundo. Las investigaciones que involucran la utilización de té verde o EGCG son muy variadas, han utilizado diversas dosis de extracto de té verde, EGCG, cafeína, etc.
El objetivo de esta revisión fue evaluar la literatura existente respecto de los efectos del té verde y su contenido de EGCG sobre la masa grasa y el peso corporal en humanos. Se realizó una búsqueda en las bases de datos PubMed y Web of Science que derivó como primer resultado un total de 424 artículos potenciales. Fueron excluidos 409, por lo que se utilizaron 15 artículos para esta revisión sistemática.
El té verde y su contenido de EGCG fueron administrados en diferentes presentaciones y dosis. Algunas investigaciones utilizaron extracto de té verde y otras, extracto de té verde descafeinado.
Los ensayos han sido muy diversos en las ce incluido sexo, edad, condiciones patológicas o de salud, peso corporal inicial y otras. No obstante, fue evidente que las intervenciones de 12 semanas o más mostraron una mayor tendencia hacia una disminución de peso y grasa corporal, pero con dosis de EGCG comprendidas entre 100 y 460 mg/día. Además, la utilización de dosis de cafeína entre 80 y 300 mg/día h a mostrado ser un factor de importancia para los efectos obtenidos, siempre y cuando los participantes no tuviesen previo a la intervención una ingesta habitual alta de cafeína (por encima de 300 mg/día, más de 3 tazas de café al día).
