Navidad

Ejercicio, también en las fiestas y contra los efectos del covid

photo_camera Una chica realiza un ejercicio en un gimnasio.

El ejercicio físico es una formidable medicina contra todo tipo de trastornos físicos y psíquicos. Esta evidencia científica, respaldada por miles de investigaciones, se ha reafirmado en la lucha contra la pandemia de Covid-19, donde se comprobó la diferencia entre las personas sanas y entrenadas, y las sedentarias, obesas o con variedad de enfermedades, en las cuales este virus causa estragos.

Esta actividad, sencilla y barata (la cuota media mensual de un gimnasio es inferior al precio de una caja de 50 unidades de mascarillas) debería ser una de las más importantes en nuestra lucha contra los contagios, junto a las consabidas de distancia social, higiene y equipos de protección. 

Muy al contrario, las diferentes administraciones cargaron contra nuestro sector desde el mes de marzo, limitando nuestro trabajo hasta cotas inasumibles con normas disparatadas, asustando a nuestros clientes e incrementando todos los impuestos posibles. La realidad –proporcionada por el propio Ministerio de Sanidad- es que apenas el 0,50% de los contagios hasta el mes de Noviembre se habían producido en “espacios cerrados de uso público” que incluyen además de los gimnasios, a los hoteles y las iglesias de toda España.

Estos argumentos nos permiten aconsejar a cualquier persona, de cualquier edad y en cualquier estado de forma, la práctica de ejercicio en un ambiente seguro e higiénico. Ejercicio individualizado, prescrito y supervisado por un profesional del sector. 

Cualquier momento es bueno para comenzar y nunca para dejarlo. Por tradición en nuestro sector, las fiestas navideñas son la excusa para aparcar la actividad. Inicialmente, durante las dos semanas de Nochebuena y Año Nuevo. Lo habitual es que esas dos semanas se conviertan en un mes. El mes, a veces en otros dos o tres más, en dura lucha contra la pereza. Y en muchos casos, esta inercia nos domina y produce el abandono de una práctica que nos aportaba incontables beneficios, pero que pierde ante la comodidad momentánea del sofá, la televisión y la comida basura (o la televisión basura y la comida, según prefieran).

Pero esta Navidad quizá juegue a favor del ejercicio. Las restricciones y prohibiciones, impuestas o adquiridas, van a limitar las reuniones y eventos familiares y sociales alrededor de una mesa. Para desgracia de la hostelería, me temo que muchos ourensanos van a reducir el número y la duración de sus salidas.

Este descenso de compromisos (cenas, comidas, copas, encuentros, compras…) permitirá a nuestros usuarios habituales mantener o adaptar su frecuencia de entrenamientos. Lo sufrido durante este nefasto 2020 convencerá a otros –ya están aquí los propósitos de año nuevo- de la importancia de tomar las riendas de su vida y cambiar sus hábitos.

Reflexionemos con los datos del INE: el 63% de los muertos contabilizados en Ourense este año lo fueron por enfermedades circulatorias, tumores y respiratorias. Sólo el 8% por covid-19. Comparen. En todas ellas, la falta de Ejercicio Físico y adecuada Nutrición se consideran factores determinantes. Les deseo una Feliz Navidad y salud, mucha salud, para 2021.

Aconsejamos la práctica de Ejercicio en un ambiente seguro. Cualquier momento es bueno para comenzar y nunca para dejarlo.

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