Fresas, arándanos y síndrome metabólico

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El síndrome metabólico puede provocar complicaciones fatales, incluida la enfermedad cardiovascular. La evidencia emergente sugiere que el aumento de la ingesta de frutas y verduras y la disminución de la ingesta de grasas saturadas, azúcares simples y alimentos procesados ​​pueden mejorar la salud cardiovascular. Las antocianinas (pigmentos de color) tienen capacidades antiinflamatorias y antioxidantes pero son de baja biodisponibilidad. Una revisión danesa con más de 3000 artículos de interés identificados, investigó los posibles efectos beneficiosos de la ingesta de bayas ricas en antocianinas como las fresas, sobre los factores de riesgo de Síndrome Metabólico. Asimismo, investigaron las influencias de las lipoproteínas de alta densidad (HDL), las lipoproteínas de baja densidad (LDL), los triglicéridos y el colesterol total.

En sus resultados demostraron una reducción general de las lipoproteínas LDL (llamado colesterol malo). Encontraron aumentos en HDL con el consumo de arándanos y bayas durante 6 semanas. No se detectaron hallazgos importantes en los valores de glucosa en ayunas, niveles de insulina ni presión arterial.

En sus conclusiones refirieron que una mayor ingesta de bayas mejora los factores de riesgo clave de síndrome metabólico y reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los mayores efectos se evidenciaron en los alimentos concentrados como las fresas liofilizadas (secas).

Ref: Roulund Li y cols. Efectos de las bayas ricas en antocianinas sobre el riesgo de síndrome metabólico: revisión sistemática y metanálisis. Estudio Rev Diabetes. 2022; 18(1): 42–57.

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