Guía para personas con cálculos en la vesícula

No existe una dieta específica para evitar la formación de los cálculos de la vesícula. Sin embargo, llevar una dieta sana y equilibrada a la vez que baja en grasas ayuda mucho a mitigar los síntomas.

Los cálculos biliares son cristales de diversas sustancias que se pueden formar en la vesícula (bolsa) biliar. La función principal de la vesícula biliar es ayudar a digerir los alimentos liberando bilis en el intestino delgado.

Muchas personas que tienen cálculos biliares no presentan síntomas, pero otras sufren de dolor abdominal, hinchazón, náuseas y vómitos. En algunas los cálculos pueden provocar incluso dolor en el lado superior derecho del abdomen o indigestión después de comer alimentos ricos en grasas.

Las Indicaciones Dietéticas clave incluyen:

• Elaborar planes de alimentación pobres en grasa. Es importante mantener esta pauta para evitar ciertas complicaciones (diarrea, dolor abdominal, gases, etc.) ya que la bilis disponible para la emulsión de las grasas, es insuficiente, menos concentrada y por tanto menos eficaz.
• Comer raciones más pequeñas y frecuentes. Conviene ajustar la cantidad de alimento a la cantidad disminuida de bilis. De esta forma se logra digerir toda la grasa contenida en los alimentos consumidos, evitando restos que retardan la digestión y la hacen pesada.
• Es aconsejable añadir al menú alimentos nutritivos en porciones pequeñas: carnes magras, pescados blancos, productos lácteos desnatados, verduras, frutas y cereales.
• Comer alimentos con fibra. La fibra ayuda a normalizar las deposiciones. Añadir cereales como avena o cebada en el desayuno mejora el aporte de este tipo de fibra.
• Comer frutas y verduras suficientes, al menos 5 porciones al día.
• Beber de 6 a 8 vasos de líquido al día.
• Evitar los alimentos y preparaciones con mucha sal.
• Valorar la suplementación de vitaminas, especialmente A, D, E K.

ALIMENTOS RECOMENDADOS

- Frutas y verduras

- Legumbres con poca grasa

(1-2/semana)

- Carnes magras

- Pescados blancos

- Aceite de oliva en crudo

- Lácteos desnatados

- Pan, arroz, pastas integrales.

- Patatas

AIMENTOS A MODERAR

- Salsas y refritos

- Frutos secos

- Carnes grasas y embutidos (salchichas, criollos, hamburguesas, panceta...)

- Pescados azules

- Aceites de mala calidad, natas y mantecas

- Yema de huevo

- Especias, caldos concentrados y picante

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