La Glandora prostrata, conocida anteriormente con el nombre científico de Lithodora prostrata, es un subarbusto perenne que crece generalmente en terrenos ácidos ya sean matorrales, brezales, pinares, sotobosques de pinares o taludes rocosos perteneciente a la familia de las Borragináceas. Se distribuye desde Galicia, donde es muy abundante, hasta la Bretaña y se encuentra también en el noroeste de África.
Etimológicamente, el nombre glandora proviene del latín y significa “glándula” haciendo referencia a las numerosas glándulas que presenta la planta; el epíteto prostrata viene del latín prostratus que significa “postrado, echado por tierra”.
En castellano se le llama carrasquilla azul, lenguaraza portuguesa o sanguinaria y en gallego se le denomina herba das doas o herba das sete sangrías. También es denominada en algunas zonas de Galicia con el nombre de “carqueixa”, pero hay otras plantas, pertenecientes a distintas familias, conocidas con este nombre, como, por ejemplo, la Genista tridentatum.
La Glandora prostrata se caracteriza por sus tallos leñosos, rastreros, ramificados desde la base y con vellosidad cuando son adultos, estado en el cual presenta la corteza desprendida dejando ver la capa interna de color pardusco. Sus hojas más largas que anchas, más o menos planas, elípticas, alternas y sin peciolos, presentan una nervio central muy marcado. Sus flores que presentan una coloración que va del azul púrpura al violeta intenso, e incluso, a veces, de tonos rosa, son muy vistosas; presentan cinco pétalos soldados formando un tubo densamente peloso, donde los estambres se encuentran insertos a distintas alturas. Florece desde el invierno hasta el final del verano.
En la medicina popular fue muy utilizada para el tratamiento de las enfermedades del sistema circulatorio. De hecho, dado su efecto depurativo se tomaban infusiones de sus hojas y flores para disminuir la presión arterial, el colesterol, para calmar las palpitaciones del corazón y para prevenir la formación de coágulos y trombos. Se usaron, en fin, para lo que se denominaba “rebajar la sangre”, del mismo modo que se recurría a las sanguijuelas para realizar las sangrías corporales como remedio curativo. De ahí viene el que se le conozca como “hierba de las siete sangrías”. Probablemente el cambio en el color sanguíneo de sus flores fueron relacionadas con propiedades de la sangre humana.
Las infusiones se preparaban hirviendo un puñado de hojas y flores y tomadas antes de levantarse y en ayunas. No obstante se recomendaba tomar las mencionadas infusiones poco cargadas de planta y por periodos cortos, ya que contienen alcaloides.
Por sus propiedades desinfectantes se ha usado como antiséptico ,en baños y compresas, para tratar infecciones e inflamaciones externas, eczemas, erupciones cutáneas con picazón, heridas, furúnculos y úlceras. Por este efecto antimicrobiano es actualmente muy estudiada. El extracto de la planta es utilizado también como anticatarral y antigripal. También se le otorgan propiedades para calmar los dolores menstruales. Tiene efectos abortivos y en grandes dosis puede causar la muerte.
De su raíz se extraía una substancia roja que se empleaba como colorante.
En Galicia también podemos encontrar la Glandora diffusa que, aunque muy similar a la anterior, se distingue porque su flores tienen escasos pelos y presentan sus estambres insertados al mismo nivel en la corola.
En Portugal y en el noroeste de África encontramos la Glandora prostrata subespecie lusitanica que es endémica.
En algunas regiones se solía recoger esta planta el día de Viernes Santo. Existía la creencia popular de que su recolección en esta tan fecha señalada para el mundo católico hacía más efectiva sus propiedades medicinales. Se trata seguramente de connotaciones mágicas o religiosas ancestrales ligadas a las fiestas paganas de inicio de primavera y no necesariamente ligadas a la religión cristiana.