VIVIR mejor
Dietética en los cálculos renales
La dieta podría ser un tratamiento complementario en el control y prevención de la esclerosis múltiple.
Se considera que la nutrición es un posible factor en la patogenia de la enfermedad neurológica esclerosis múltiple (EM). Los ensayos de intervención nutricional sugieren que la dieta puede considerarse un tratamiento complementario de ayuda para retrasar el avance de la enfermedad. Para contrastar esta hipótesis un grupo de investigadores españoles llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura sobre la influencia de la dieta en la EM. Esta revisión seleccionó 47 artículos que evaluaron las relaciones entre la ingesta de macro y micronutrientes y la incidencia de esclerosis múltiple. Los pacientes involucrados en los ensayos utilizaron terapias alternativas (homeopatía), dietas planificadas que incluían alimentos particulares (productos herbales como extracto de semilla de uva, ginseng, arándanos, té verde, etc.), o suplementos dietéticos como vitamina D, carnitina, melatonina o coenzima Q10.
Tras el tratamiento estadístico de los resultados arrojados en los estudios de la revisión, los investigadores sugieren que las altas concentraciones séricas de vitamina D, pueden disminuir el riesgo de EM así como el riesgo de recaída y de nuevas lesiones, al tiempo que mejoran las lesiones cerebrales. La evidencia señala que la concentración sérica de vitamina D es más baja durante las recaídas de la EM que en la recuperación y que a su vez, está asociada con un mayor grado de discapacidad. Los hallazgos plantean que las concentraciones circulantes de vitamina D pueden considerarse un biomarcador de la EM y que la vitamina D suplementaria puede usarse terapéuticamente.
La terapia para la EM no puede asociarse firmemente con una dieta en particular pero existe evidencia suficiente para recomendar el consumo de alimentos como el pescado, alimentos bajos en grasas y cereales integrales, así como el uso de vitaminas y ácidos graos omega 3 como suplementos dietéticos. Existe una cantidad limitada de datos con respecto al efecto beneficioso de los carotenoides y polifenoles de vegetales en pacientes con Esclerosis Múltiple. Otras moléculas bioactivas pueden tener efectos antiinflamatorios. Sin embargo, se afirma la deficiencia de vitamina D en suero como factor de riesgo para la Esclerosis Múltiple y, por lo tanto, un biomarcador potencial de esta enfermedad.
Ref: Bagur y col. Influencia de la dieta en la esclerosis múltiple. Adv Nutr. 2017 15 de mayo; 8 (3): 463-472. doi: 10.3945
