Los indicadores de la calidad de la dieta (DQIns) son herramientas utilizadas para evaluar la calidad general de la alimentación de una persona. Si bien se han realizado estudios enfocados en los resultados asociados a la salud, no se ha proporcionado información concisa sobre los componentes, el sistema de puntuación y otra serie de datos importantes para aplicar en niños, estos indicadores de la dieta.
Una revisión publicada en la revista Advances in Nutrition realizada por la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y la Universidad de Wageningen (Países Bajos) ha profundizado en los aspectos metodológicos de los indicadores de la calidad de la dieta utilizados en la población infantil con el fin de ofrecer, una orientación más precisa para aplicarlos en este grupo de edad.
Tras el trabajo de búsqueda y análisis de los trabajos en este ámbito, los autores propusieron una clasificación novedosa de los indicadores de calidad en 13 subgrupos. Por una parte, señalaron 10 subgrupos de indicadores para la calidad general de la dieta (índice de alimentación saludable; índice de diversidad dietética; índice de calidad de la dieta; índices de variedad de alimentos; índices saludables y no saludables; índices de adecuación nutricional y de micronutrientes, índices de directrices dietéticas; y otros índices de dieta saludable) a los que también sumaron 3 subgrupos de indicadores interesantes como los referentes a seguir una Dieta Mediterránea, al estilo de vida y a la calidad del desayuno.
Las publicaciones estuvieron de acuerdo con respecto a componentes específicos, a pesar de varios desacuerdos con respecto a los DQIns de los niños. Entre los grupos de alimentos, los más utilizados fueron frutas, leche y derivados, verduras, cereales, legumbres y pescado. La mayoría de estos componentes se consideraron beneficiosos para la salud.
En cuanto al componente lácteo, se encontró como una de las principales discrepancias en cuanto a los indicadores de la población adulta; en los niños, se considera positivo en muchos más indicadores. Dentro de los componentes de los alimentos ricos en proteínas, la carne fue sin duda el que más discusión generó. Aunque el acuerdo más frecuente se encontró en lo referente a los componentes nocivos para la salud incluidos en los indicadores: carnes procesadas, dulces, snacks y bebidas azucaradas. Los componentes de nutrientes calificados como negativos requieren una ingesta moderada o limitada. Los que aparecieron con frecuencia fueron el sodio, la grasa total, la grasa saturada, el azúcar, el colesterol y las grasas trans. Sin embargo, cabe señalar que la función de las grasas en la infancia, no solo es un papel como fuente de energía, sino que también proporcionan grasas fundamentales.
Ref: A. Gil y cols. Aspectos metodológicos de los indicadores de calidad de la dieta en la infancia: una revisión de mapeo. Avances en nutrición, volumen 12, número 6, noviembre de 2021, páginas 2435–2494, https://doi.org/10.1093/advances/nmab053.
