OurenSanos

El ingrediente de la semana: la coliflor

Esta delicia de alimentos pertenece a la familia de las crucíferas y procede de regiones del Mediterráneo Oriental. 

Existen diferentes variedades: la blanca es la más común, la verde es a la que pertenece el romanesco (si no conoces te animo a que lo busques y disfrutes de su forma, parece de otro planeta y es increíble las maravillas que hace la naturaleza), también morada.

La mejor época es de septiembre a enero pero las hay todo el año.

En cuanto a su contenido, destacar su elevado aporte de agua, buena fuente de fibra, vitaminas como la C, los folatos y la B6 y minerales destacando el potasio y el fósforo.

Es importante hablar de su aporte de fitoquímicos, sustancias relacionadas con la prevención de enfermedades degenerativas, un efecto antioxidante que potencia el sistema inmunológico.

Su peculiar olor durante el cocinado se debe a compuestos azufrados.

En cocina:

Tiene un olor muy peculiar y esto es debido a los compuestos azufrados que contiene.

Podemos tomarla cruda, si la rallas y la pones en una ensalada parece couscous y le queda muy bien.

Se puede cocinar de varias formas pero la que más os recomendamos (como habitualmente) es la cocción al vapor ya que así hay un mínima pérdida de nutrientes y de propiedades organolépticas, a diferencia de cocción en agua, por ejemplo.

Está también muy rica al horno, y si se ponen especias como curry o cúrcuma es más deliciosa todavía.

Curiosidad

Para evitar ese olor característico puedes añadir al agua de cocción una patata o manzana y así se atenuará. 

Te puede interesar