Vida OurenSana

La popular “xesta”

La xesta con su flor amarilla.
photo_camera La xesta con su flor amarilla.
Crece en zonas húmedas, formando extensos matorrales llamados “xesteiras”

La xesta, xesta brava, xesta moura o xesta negra, conocida en castellano como retama, retama negra o retama de escoba rubia y científicamente como Cytisus scoparius, o su sinónimo Sarothamus scoparius, es un arbusto perenne muy ramificado, presente en toda la Europa atlántica y perteneciente a la familia de las Fabáceas. Crece preferentemente en los bordes de los bosques, de caminos o de ríos, en laderas de montañas, en general en zonas preferentemente húmedas, formando extensos matorrales llamados “xesteiras”. En algunos países está catalogada como especie invasora. Sus ramas son flexibles, delgadas, de color verde y con un surco longitudinal. Presentan escasas hojas, pequeñas, trifoliadas las de la parte inferior y simples las demás, glabras por el haz y pelosas por el envés. Caen con facilidad. Sus flores, son amarillas como las del tojo, y al igual que estas son papilonáceas o amariposadas ya que poseen un pétalo superior grande llamado “estandarte”, dos laterales llamados “alas” y, entre estas, uno llamado “quilla”, por su similitud al casco de una embarcación. Se presentan aisladas o bien en parejas o racimos, en las axilas de las hojas. Florece desde finales del invierno hasta principios de la primavera. Su fruto, que aparece a finales de verano, es una legumbre aplanada y con una pelusa blanquecina por los lados; en los días de mucho calor se oyen los estallidos que producen al abrirse, esparciendo de este modo las semillas pardo oscuras que contienen en su interior.

Etimológicamente su nombre genérico “cytisus” deriva del griego kytisos que según algunos autores hace referencia a su procedencia de Kytnos, pequeña isla griega de las islas Cícladas. El adjetivo “scoparius”, deriva del latín scopa que significa escoba, haciendo referencia a su utilidad, pues estas retamas eran tradicionalmente usadas para fabricar escobas caseras. De hecho, “scoparius” es el nombre latino del barrendero. Este es el motivo por el cual en Galicia se le llama también xesta de vasoiras.

La xesta se emplea, asimismo, como combustible y, en zonas de montaña, para hacer los techos de las viviendas o pallozas, por su capacidad de repeler el paso del agua y permitir la salida de humos producidos en el interior. Esta especie se usa también en medicina por sus propiedades cardiológicas y estimulantes. Aun teniendo en cuenta que en general es una planta tóxica para el ser humano, sus flores pueden utilizarse para hacer infusiones diuréticas. También normalizan la tensión arterial, en casos de hipotensión. En gastronomía se han llegado a emplear para consumo humano poniéndolas en escabeche en vinagre al igual que las alcaparras.

En la zona montañosa interior de Lugo y Ourense se encuentra también el Cytisus multiflorus, sinónimo de Cytisus albus o Cytisus lusitanicus, conocida como xesta branca o escoba blanca, característica por el color blanco de sus numerosas flores, las cuales se presentan aisladas o bien en grupos de dos o tres formando como racimos. Por su vistosidad es muy utilizada en las Iglesias en las grandes solemnidades de primavera y también, especialmente, en las ceremonias matrimoniales. Asimismo, en algunos países se cultiva como planta ornamental. Otra especie presente en Galicia es el Cytisus purgans, sinónimo de Sarothamus purgans, conocido como piorno serrano, cuyas ramas son más gruesas que las de las dos anteriores, muy espesas y también surcadas longitudinalmente. Se encuentra formando extensos matorrales almohadillados, llamados “piornales”, en las zonas de alta montaña o conviviendo con el pino albar o con el pino negro. Sus flores son pequeñas y desprenden un intenso olor meloso, que llegar a producir dolor de cabeza. Su adjetivo “purgans” hace referencia a su propiedad purgante, diurética y cardiotónica.

También están presente en estas tierras del Finisterre europeo otras especies de xestas como la bella Cytisus commutatus, en la zona norte, desde la ría de El Ferrol hasta Ribadeo, llegando por el sur hasta la Sierra da Loba, en A Coruña, y a Germade, en Lugo. Y en la Isla de Ons se encuentra una xesta exclusiva de esta área, ya que no existe en ninguna otra parte del mundo. Se denomina Cytisus insulares o, en gallego, xesta de Ons. También se encuentra en los acantilados costeros y en las zonas muy expuestas al sol y con alto índice de salinidad de la isla de Sálvora y en islote de Vionta, siempre en las islas atlánticas de Galicia.

El primero de mayo existe en Galicia la costumbre de poner ramas bien floridas de xestas en las puertas y ventanas de las casas, embarcaciones, coches o negocios, pues según la tradición popular esta planta tiene efectos de proteger los bienes, las personas y los animales de cualquier maleficio, ahuyentando las “meigas” y atrayendo la buena suerte. En algunas zonas se hacen nudos en sus extremos para ahuyentar el “mal de ojo” o para casarse pronto.

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