Leche y derivados en la alimentación del mayor

Las guías de alimentación saludable aconsejan un consumo de 3 ó 4 raciones diarias de alimentos lácteos para la población mayor. La leche y sus derivados (leches fermentadas, yogures, quesos, natillas, etc.) constituyen una fuente importante de proteínas de primera calidad, vitaminas (A, D, B2 y B12) y calcio, un mineral fundamental para el mantenimiento de la densidad ósea y para la prevención de la osteoporosis (la dieta pobre en calcio y en vitamina D es uno de los factores más influyentes en su desarrollo). El yogur fresco y las diversas leches fermentadas representan además el grupo de los alimentos probióticos, aportando a mayores, efectos beneficiosos destacados para la salud como la mejora de la respuesta inmunitaria, la reducción de las molestias en personas con mala absorción de la lactosa, y la protección del intestino frente a los microorganismos patógenos, entre otros. Es importante mantener una adecuada ingesta de lácteos en la dieta pues son la principal fuente de calcio, en este grupo de edad los requerimientos dietéticos pueden aumentar debido a la disminución de la absorción; solo el 4% de las mujeres y el 10% de los hombres de más de 60 años cubren las recomendaciones diarias de este mineral a partir de los alimentos. El consejo práctico en este sentido aborda seguir una alimentación saludable que incluya 3-4 raciones diarias de leche y derivados ricos en calcio, de forma natural o enriquecida. La pauta de productos semi ó desnatados es especialmente indicada en situación de sobrepeso, obesidad y problemas cardiovasculares en la que precisamos un menor contenido de ácidos grasos saturados, de colesterol y de calorías. Otro aspecto a considerar en el consumo de lácteos es la intolerancia a la lactosa, su incidencia es un hecho que aumenta en el proceso de envejecimiento, y que provoca que muchos mayores rechacen éstos alimentos sin el asesoramiento adecuado y con el consecuente riesgo de una dieta pobre en calcio. En las personas con intolerancia a la lactosa que sufran molestias tras el consumo de leche, recomiendo sustituir este lácteo por yogures y leches fermentadas. El consumo de lácteos en el adulto mayor tiene numerosas ventajas: Son ricos en proteína, calcio, riboflavina y retinol. Previenen la desmineralización de los huesos. Requieren poco esfuerzo en la masticación. Aportan agua a la dieta. Son de fácil uso y conservación. Envíe sus dudas a: tunutricionista@marisolopez.es