El entrenamiento de fuerza es clave si queremos gozar de una mayor calidad y esperanza de vida. Sin embargo, a pesar de que ya se lleva hablando sobre el tema bastante tiempo, muchas mujeres siguen teniendo miedo a entrenar con pesas o a realizar ejercicios con su propio peso corporal que impliquen una cierta intensidad por miedo a que sus cuerpos se hipertrofien1 demasiado y adquieran un aspecto masculino. Dicho esto, desde un primer momento quiero desmitificar esto, ya que es completamente falso. Entrenar la fuerza no significa que de un día para otro vayamos a desarrollar una musculatura de una forma completamente antinatural. Esta creencia, quizás venga por relacionar el entrenamiento de fuerza en mujeres con las llamativas imágenes de mujeres culturistas con cuerpos completamente antinaturales que en la gran mayoría de los casos se debe al uso de esteroides2 y a un entrenamiento puramente orientado al desarrollo de masa muscular durante años.
¿“Tonificar...“? ¿“Reafirmar...“?
Por lo tanto, si una mujer comienza a entrenar la fuerza lo que sucederá es que desarrollará un cuerpo proporcionado y bonito en lo que a estética se refiere. Además, entrenar la fuerza va mucho más allá de conseguir un cuerpo bonito, implica mejorar la fuerza y el nivel de masa muscular, así como de densidad mineral ósea. Esto último es muy importante en el caso de las mujeres, ya que tienen predisposición a sufrir problemas de osteoporosis a medida que se hacen mayores.
En relación con todas estas creencias y mitos, la industria del fitness no ha ayudado mucho a la mujer. Palabras como “tonificar”, “reafirmar”, así como tener muy presente en todo momento la talla y el peso, no ha hecho más que generar confusión. ¿Qué se quiere decir con las palabras “tonificar” y “reafirmar”? Pues endurecer y definir la musculatura sin aumentar su tamaño, nada más lejos de la realidad, pues si queremos lograr esto, deberemos ganar músculo y perder grasa, lo que significa mejorar nuestra composición corporal (el peso es algo completamente secundario).
Por último, me gustaría cerrar este artículo con una reflexión. A la hora de entrenar, la mujer necesita centrarse en la mejora de su funcionalidad, dejando un poco de lado los objetivos puramente estéticos . De esta forma, con lo primero alcanzaremos lo segundo.
Ten en cuenta que ...
No tengas miedo a entrenar pesado. Muchas veces tememos utilizar pesos altos por miedo a lesionarnos. Sin embargo, si entrenamos de forma correcta, el entrenamiento de fuerza implica un riesgo de lesión mínimo. Por ello, es importante ponernos en manos de un profesional cualificado que nos guíe y nos ayude a progresar de la forma más eficiente posible.
