¿Obesidad sana?

La “obesidad metabólicamente sana” , es un fenotipo definido como obesidad en ausencia de factores de riesgo metabólicos. Se postula actualmente que no todas las personas con obesidad deban de tratarse o tengan una condición de enfermedad. Entre un 10 y un 20% de las estudiadas, no tienen las alteraciones metabólicas que habitualmente están presentes en este tipo de pacientes. Se utiliza el término “obeso sano” para referirse a este grupo y diferenciarlas del colectivo más amplio y común de personas obesas con patología asociada. Algunos estudios argumentan que existe un subgrupo específico de población con exceso de grasa, que son resistentes a las complicaciones como la hipertensión arterial y la resistencia a la insulina. Sin embargo, este fenotipo no deja de tener una mayor tasa de mortalidad por cualquier causa que las que tienen un peso adecuado. Las investigaciones y estudios experimentales a largo plazo, apoyan la idea de que esta situación es transitoria, y que este estado se mueve tarde o temprano hacia alteraciones cardíacas y metabólicas. La OMS define el sobrepeso y la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La aplicación práctica de esta definición, se consigue a través de un indicador como el índice de masa corporal (IMC) que disgnostica sobrepeso en adultos con un IMC mayor a 25 kg/m2, y obesidad con valores de IMC superiores a 30 kg/m2. En gran parte de la población, la obesidad se comporta como una enfermedad multifactorial y crónica. Más de 600 millones habitantes en el mundo tenían sobrepeso a mediados de esta década, cifra que da una idea de la magnitud del problema, sobre todo, si se toma en cuenta que ésta ha aumentado a un ritmo alarmante en los últimos años. La obesidad es un factor de riesgo independiente que eleva las enfermedades asociadas no transmisibles. El exceso de grasa corporal, especialmente la abdominal, favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares (cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), metabólicas (diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias, hiperuricemia, síndrome metabólico), trastornos del aparato locomotor, hígado graso no alcohólico, y algunos tipos de cánceres, entre otros, representando una causa de enfermedad importante. No está claro que el “obeso sano” tenga una morbimortalidad menor que las personas obesas con complicaciones. El exceso de peso sin factores de riesgo, ha despertado gran interés y debate científico. De hecho, no hay unanimidad en la necesidad de tratamiento, así como tampoco en el empleo de esta definición. Envíe sus dudas a: tunutricionista@marisolopez.es