Prevención de alergias alimentarias

El aumento de este tipo alergias en niños y adolescentes hace que cobre mayor importancia su control a temprana edad

Las alergias alimentarias en niños y adolescentes han aumentado sustancialmente en las últimas décadas ampliando aún más la carga de salud pública de años anteriores.

Las alergias alimentarias en niños y adolescentes pueden tener diversas consecuencias, que van desde una menor sensibilidad alimentaria hasta el riesgo de complicaciones importantes. A menudo se investigan la introducción temprana y tardía de alérgenos alimentarios, como las dos estrategias más destacadas para prevenir las alergias alimentarias. Mientras que algunos académicos sugieren que la exposición temprana a los alérgenos alimentarios puede ser más beneficiosa a largo plazo, otros argumentan que la introducción tardía es menos peligrosa para los bebés. El contacto retardado con huevos, leche, crustáceos, moluscos, pescado, cacahuetes, nueces, soja y trigo ha sido previamente reconocido como una técnica líder para evitar el desarrollo de respuestas alérgicas o autoinmunes.

Esta revisión analizó si la introducción temprana de alérgenos alimentarios era más eficaz para prevenir las alergias alimentarias que la introducción tardía de alérgenos alimentarios en los niños.

Los resultados arrojados del grupo de estudios corroboraron que el momento del consumo de alimentos alergénicos puede tener un gran impacto en el desarrollo posterior de reacciones alérgicas a varios tipos de alimentos, desde alimentos sólidos y complementarios hasta alérgenos específicos. Los autores registraron que la prevalencia de alergias alimentarias, en general, disminuyó significativamente después del contacto temprano con los alérgenos, mientras que el contacto tardío resultó en una prevalencia mayor. Los niños que habían comido los alérgenos después de los 10 meses de edad estaban menos protegidos contra la sensibilización y el desarrollo de alergias.

La introducción temprana y tardía de otros alérgenos, distintos a huevo y a cacahuete como leche de vaca, sésamo, pescado y trigo, no pareció tener diferencias en el desarrollo de sensibilización o alergias. Por lo tanto, los investigadores de esta revisión proponen que los alérgenos menos potentes dependen menos del momento de la exposición.

La investigación evaluada ha establecido que la exposición temprana, entre 4 y 6 meses, a alimentos alergénicos primarios, puede ser más eficaz para prevenir la aparición de alergias alimentarias en niños y adolescentes. En este sentido, la introducción temprana de alérgenos alimentarios es especialmente beneficiosa para los niños que en comparación con el consumo tardío, puede fortalecer notablemente el sistema de defensas.

Ref: Kakieu y Col. Prevención de alergias alimentarias: introducción temprana versus tardía de alérgenos alimentarios en niños. Cureus. 2022 Jan; 14(1): e21046.

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