Sanidad

Protección enfocada ante el covid

Visualización en 3D del virus de la covid-19. (Foto: Unsplash)
photo_camera Visualización en 3D del virus de la covid-19. (Foto: Unsplash)
Esta propuesta trataría de proteger selectivamente a las personas más frágiles y con mayores posibilidades de enfermar de covid-19, personas mayores y enfermos crónicos con diversas patologías

Esta misma semana se ha abierto una nueva brecha entre los expertos en la pandemia de covid-19, instalada en nuestras vidas como un huésped desagradable del que no conseguimos librarnos. Y todo ello a raíz de la conocida como Declaración de Great Barrington, el nombre de la ciudad de Massachusetts (EEUU) donde ha sido firmada. Sus promotores más visibles han sido los epidemiólogos Martin Kulldorff, de la Universidad de Harvard, Sunetra Gupta, de la de Oxford y Jay Bhattacharya, de la de Stanford. Casi nada. Hasta la fecha se han adherido a ella 5000 científicos y unos 12.000 médicos de todo el mundo. 

Su propuesta para minimizar los efectos de la pandemia se llama protección enfocada. Se trataría de proteger selectivamente a las personas más frágiles y con mayores posibilidades de enfermar de covid-19, personas mayores y enfermos crónicos con diversas patologías. Así, los individuos más jóvenes, incluyendo a los niños, con menos probabilidades de morir por esta enfermedad, podrían continuar realizando una actividad normal, hasta alcanzar la inmunidad de rebaño. Las universidades, los colegios e institutos, así como todos los establecimientos de hostelería volverían a abrir sus puertas con absoluta normalidad. 

Los tres expertos epidemiólogos están especializados en detección de brotes de enfermedades infecciosas, evaluación de vacunas, el desarrollo de modelos epidemiológicos matemáticos y la protección de poblaciones vulnerables. Para las residencias de personas mayores y enfermos vulnerables proponen test diagnósticos muy frecuentes para empleados y visitantes, permitiendo trabajar solamente a aquellos con inmunidad previa, es decir, a los que hubieran pasado la enfermedad. 

Como ha ocurrido también en otra épocas de la historia, existen cualificados especialistas contrarios a la protección enfocada: el doctor Stephen Griffin, de la Universidad de Leeds o el doctor Simon Clarke, de la de Reading, ambas del Reino Unido. Si bien cada día menos, todavía nos enfrentamos a demasiadas incóginitas sobre la Covid-19, especialmente respecto a la duración de la inmunidad obtenida. 

¿Será posible alcanzar algún día la tan ansiada inmunidad de rebaño? Difícil respuesta, cuando todavía no se ha iniciado la vacunación contra esta patología y ni siquiera conocemos la efectividad e inocuidad de las vacunas en las fases más avanzadas de investigación. 

Por otra parte, medidas de protección enfocada ya se han ido adoptando en las residencias de personas mayores y enfermas, arrasadas por el primer embate de esta terrible pandemia. Estas actuaciones se desmoronaron cuando alguien reintrodujo el SARS-Cov-2 en dichos entornos. Y el problema no se ciñe sólo a la mortalidad, sino también a la magnitud de las secuelas crónicas que en el futuro padecerán muchos de los infectados, jóvenes y supuestamente más saludables.

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